Por: Redacción/
Los titulares de Semarnat, CFE, Salud y los gobiernos de Hidalgo, Estado de México y de la Ciudad de México, deben adoptar medidas urgentes para disminuir la grave contaminación que genera la termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, de Tula de Allende, Hidalgo, por la quema de combustóleo que genera altas emisiones de azufre y que afectan de manera severa la salud de la población de la zona centro del país, alertaron senadores del PAN y PRI.
Los legisladores de ambos Grupos Parlamentarios presentaron con ese motivo una propuesta con punto de acuerdo, donde señalaron que dicha central termoeléctrica la integran cinco unidades generadoras de energía eléctrica de mil 500 megawats cada una y opera con 80 por ciento de combustóleo en promedio, para generar un 3 por ciento del fluido eléctrico a nivel nacional.
Enfatizaron que por su gran capacidad y el uso de combustóleo con altos contenidos de azufre, esa planta constituye, por mucho, la fuente fija de contaminación atmosférica más importante de toda la zona centro del país, además de que se ubica a unos 86 kilómetros de la Ciudad de México.
Con base en estudios especializados, los legisladores expusieron que se estima que todos los días aporta más del 50 por ciento del dióxido de azufre que contamina el aire de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Refirieron que el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA), hizo un llamado reciente a eliminar el uso de combustóleo, ya que contribuye notablemente al deterioro de la calidad del aire en la Megalópolis.
Más aún, dijeron, sobre este escenario se planteó hace tiempo un plan de modernización y rehabilitación para esa termoeléctrica por parte de la CFE, así como la obligación establecida por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME), para su reconversión a gas natural; sin embargo, hasta la fecha, esa planta funcionar con combustóleo, causante de grandes emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
“La Megalópolis requiere una fuente generadora que no tenga carácter intermitente, por lo que es necesaria la conversión a combustibles más limpios para la generación de electricidad”, enfatizaron.
Esto es porque, insistieron, diversos estudios científicos han establecido claramente la relación de causalidad entre los efectos de esa contaminación y el conjunto de enfermedades cardiovasculares, cerebro-vasculares, cáncer y enfermedades respiratorias que afectan a la población de la zona centro del país, específicamente.
Igualmente es indispensable, argumentaron, la revisión de la normatividad de calidad del aire establecida en la NOM-025-SSA, para evitar más de 14 mil muertes prematuras anuales en la región que comprende la cuenca de Tula y la Zona Metropolitana del Valle de México. La norma debe ser homologada al menos con los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud, acotaron.
La propuesta fue turnada de manera directa, para su trámite correspondiente, a la Tercera Comisión de la Comisión Permanente del Congreso.
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