Por: Redacción/
“Yo creo en ustedes, jóvenes, porque están iniciando una carrera, una carrera por la vida y para las ciencias de la vida, no sólo para la academia”, dijo Rigoberta Menchú Tum (Uspantán, Quiché, Guatemala, 1959), quien desde la UNAM urgió a los estudiantes a construir liderazgos para la paz en el mundo.
Al ofrecer una conferencia en el auditorio Ius Semper Loquitur de la Facultad de Derecho (FD), la Premio Nobel de la Paz 1992 e investigadora extraordinaria de esta casa de estudios les pidió sembrar la concordia y el humanismo, manteniendo la humildad.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), citó, existen cuatro mil millones de jóvenes en el planeta menores de 30 años; de ellos, 70 millones están desempleados. “Ya terminaron una carrera, pero el mundo contemporáneo no les ofrece un empleo ni salario justos”, expuso la también doctora honoris causa por la UNAM.
Destacó que la humanidad ha creado y mejorado ciertas facultades, pero aún hay que enriquecerlas a favor de la vida y de las sociedades venideras. Un avance han sido las reformas del derecho internacional, en especial, la incorporación de las atribuciones de los pueblos indígenas en los principios universales. “Tenemos que conocer esos 46 artículos de la Declaración Universal sobre los Derechos Indígenas”, invitó.
Además, resaltó que los jóvenes no deben volver a empezar, sino nutrirse de los conocimientos que el ser humano ha producido en torno al derecho, sobre todo de los derechos humanos fundamentales.
Impulsar la paz
Menchú pidió a los jóvenes impulsar la paz, y desde el derecho hacerlo revisando sentencias y mejorando el derecho internacional.
La paz, prosiguió, es la base fundamental de la armonía, la plenitud y el bienestar. “Es esa paz la que yo defiendo, esa paz del ser humano integral, con la que somos capaces de producir felicidad en el planeta”.
Consideró que hoy la familia está en riesgo, pues el mundo moderno impide ser un ser social y sólo permite ser un ser material, además de propiciar la discordia en las relaciones humanas y sociales.
Al final de la conferencia, Julián Güitrón Fuentevilla, decano del Consejo Técnico de la Facultad de Derecho, expuso que después de 1992 Menchú ha redoblado sus méritos de lucha. “Es un ejemplo de vida y una doctora en la vida”.
En el evento, en el que estuvieron presentes el director de la FD, Raúl Contreras Bustamante, y los académicos Julieta Morales Sánchez, Víctor Garay Garzón y Guillermo Enrique Estrada Adán, Rigoberta Menchú recibió la Medalla Isidro Fabela, en reconocimiento a su labor como embajadora de la paz.
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