Por: Redacción/
Los tutores se encargan de acompañar a los estudiantes para conseguir sus logros escolares, pero también son las personas que tienen la oportunidad de contribuir e impulsar los sueños de los jóvenes, señaló José Grimaldo Colmenero, director general del Instituto Guanajuatense para las Personas con Discapacidad, quien platicó con algunos docentes sobre su filosofía de vida y el papel tan importante de sus maestros a lo largo de su vida.
La charla se llevó a cabo dentro del 12° Encuentro Institucional y Quinto Interinstitucional de Tutorías, el cual reunió a 600 profesores con quien hizo un análisis e intercambio de su experiencia, la cual ayudará al fortalecimiento de la trayectoria escolar y a impulsar acciones dirigidas a los tutores para que contribuyan a lograr los sueños de sus estudiantes.
Grimaldo Colmenero resaltó que los “maestros de la vida” son aquellos que se convierten en los segundos padres de los jóvenes porque enseñan a no poner etiquetas en sus estudiantes, por el contario, aplauden, incentivan y motivan sus sueños para cambiar el rumbo de este país.
El invitado es originario de una familia de campesinos provenientes de una comunidad rural de Guanajuato, fue el séptimo hijo de ocho, quien desde el momento de su nacimiento se enfrentó a adversidades, ya que sus pies y piernas no se desarrollaron completamente y tuvieron que ser amputados, situación que fue enfrentada por sus padres quienes le brindaron oportunidades para llevar su vida con normalidad, una de ellas fue empezar su trayectoria académica.
A su ingreso al preescolar conoció a la persona que le hizo ser independiente, que le dio igualdad ante sus demás compañeros y que a pesar del temor y la dificultad de enfrentarse con un estudiante discapacitado, nunca se dio por vencida y lo impulsó en sus sueños, ésta fue su maestra.
“Jamás sentí por mi maestra la sobreprotección, ella estaba consciente de mi condición pero también me hizo entender que tenía otros órganos y extremidades con los que podía valerme”, mencionó el invitado.
El conferencista contó a los asistentes anécdotas de cuando la profesora hacía actividades y él era tomado en cuenta, a partir de ese momento jamás volvió a pensar que tenía una discapacidad porque lo hizo sentirse igual que sus demás compañeros, con este ejemplo Grimaldo invitó a los docentes a tratar con empatía y equidad a todos sus estudiantes y no hacer diferencias bajo ninguna circunstancia.
Lo mismo ocurrió con su maestro de la primaria, quien no solo lo instruyó a leer, escribir, sumar y restar, sino que le enseñó a caminar, porque lo motivó y obligó a utilizar sus prótesis. El profesor se tomó el tiempo de acompañar a Grimaldo Colmenero de su casa a la escuela para que empezara a dar sus primeros pasos, sin saber que esas pequeñas caminatas serían el motor que lo llevaría a culminar su carrera profesional como licenciado en comunicación.
De acuerdo con su testimonio Grimaldo Colmenero concluyó que sus maestros le brindaron las herramientas para lograr ser un profesionista porque sembraron en él las ganas de vivir y confianza para lograr sus sueños.
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