Por: Redacción/
a caída de la producción petrolera de México no tiene relación con la reforma energética impulsada por el gobierno actual cuyos alcances no pueden evaluarse a partir de una tendencia vinculada a factores internacionales, aunque sí a políticas equivocadas para el sector, señaló el comisionado Nacional de Hidrocarburos maestro Héctor Acosta Félix.
Al participar en la primera conferencia de la 12va. Semana de Biotecnología y Primer Seminario Internacional de Biotecnología, realizadas en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expuso que el nivel de producción petrolera empezó a caer desde 2014, cuando se alcanzaron los votos suficientes en el Congreso para sacar adelante la modificación constitucional.
Acosta Félix explicó que la disposición no está hecha para alentar la producción del crudo en el corto plazo, ya que por ejemplo los contratos en aguas profundas establecen cuatro años para exploración, dos para evaluar los hallazgos y uno más para las primeras perforaciones, es decir, “pasarán siete años antes de tener el primer barril de petróleo emanado de un contrato y esto es no es distinto de lo que pasa” en otras áreas territoriales.
Por lo tanto, la caída en la producción de ninguna manera puede ser evaluada como algo relacionado con la reforma energética, ya que lo que realmente ocurrió es que a partir de 2012 Petróleos Mexicanos (Pemex) tuvo dos circunstancias graves: el descenso en los precios de los hidrocarburos de 100 a 20 dólares por barril, con la respectiva caída de las inversiones.
La otra fue la “pésima administración en los primeros años de este sexenio”, que bajó el presupuesto federal destinado a la exploración” y, por ende, las tasas de restitución del crudo ya extraído.
El panorama sería más grave sin la reforma energética y aseguró que México tiene grandes extensiones con potencial petrolero, empero “no existe una sola empresa en el mundo que tenga la facilidad para invertir y la capacidad tecnológica para realizar los trabajos de extracción”.
Pemex no está exenta de esta situación y si siempre “creímos que sólo con la paraestatal podríamos sacar adelante a la industria, pero la historia nos lleva a saber que esto ha sido un fracaso”.
Respecto de porqué cuesta más la gasolina explicó que una mala decisión fue que cuando empezaron a caer los precios internacionales del petróleo “vino la modificación constitucional y se buscó liberar el precio de manera que pagáramos un valor internacional de la gasolina”.
Sin embargo como los ingresos del Estado estaban cayendo porque la plataforma petrolera y los precios por barril iban disminuyendo, “se les ocurrió hacer lo que todos los gobiernos en el mundo: que lo paguen los ciudadanos”, por lo tanto lo que el Estado dejó de recibir por la venta y la exportación de hidrocarburos debido a que el precio bajó, lo aumentó como impuesto al precio del combustible artificialmente, “lo que propició que paguemos entre 35 y 40 por ciento más”.
Esta decisión fiscal “me parece indebida e incorrecta”, porque con ello se manda el mensaje a la población de que la reforma no funciona “porque estamos pagando más”.
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