- Vivimos en sociedades urbanas atravesadas por distintas formas de violencia política, económica, de género, etcétera, que se hacen presentes en el conjunto de nuestras relaciones sociales, lo cual agudiza la exclusión económica, territorial o social: Inti Muñoz.
Por: Redacción/
La cultura, entendida desde una perspectiva plural, amplia y transversal, es uno de los caminos fundamentales para la transformación de las personas y las comunidades, para crear procesos civilizatorios de cambio y espacios necesarios de diálogo y resolución de tensiones y conflictos, coincidieron promotores culturales e investigadores que participaron en el conversatorio “El papel de la cultura en la construcción de paz”.
La mesa de reflexión, organizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, se llevó a cabo el miércoles 7 de octubre en el marco del Foro Mundial Ciudades y Territorios de Paz 2020-2021, en el que el Gobierno de la Ciudad de México colaboró como organizador, junto con un comité integrado por organismos internacionales y nacionales. La sesión fue trasmitida por internet en las redes sociales de este encuentro internacional.
“Vivimos en sociedades urbanas atravesadas por distintas formas de violencia política, económica, de género, etcétera, que se hacen presentes en el conjunto de nuestras relaciones sociales, lo cual agudiza la exclusión económica, territorial o social”, expuso el promotor cultural Inti Muñoz, director general de Organización y Desempeño de la Secretaría de Cultura capitalina, quien moderó el panel.
Añadió: “Desde las instituciones, como ocurre en el Gobierno capitalino, debe verse a la cultura como el conjunto de saberes o formas de ser, de pensar, de sentir, individuales y colectivas, que no se dan a partir de que el Estado lo permita o no; el papel del Estado no es hacer cultura o imponer determinadas formas de ella, sino garantizar el ejercicio de la libertad y de los Derechos Culturales entendidos como Derechos Humanos, con una perspectiva amplia de la cultura, que va desde las artes hasta las formas de convivir”.
Benjamín González, director general de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, planteó que hay un antiguo debate entre quienes han sostenido que la violencia, la intolerancia y los problemas más profundos de la ciudad no están ligados necesariamente al desarrollo cultural y educativo de las personas, y quienes sostienen que la convivencia y la paz sí son fruto y resultado de la capacidad de diálogo y negociación.
“Nosotros, desde una posición de izquierda social, hemos sostenido que la cultura y la educación son fundamentales para el desarrollo de una sociedad más justa, más equilibrada y por lo tanto más pacífica. Así, es importante no sólo apoyar a los artistas, sino también lograr que una comunidad tenga las herramientas para reconocerse a sí misma y construir su propia significación, así como los espacios para expresarse, tal como se ha en hecho por ejemplo en las Fábricas de Artes y Oficios de la ciudad”, añadió.
En tanto que Cecilia Barraza, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que pensar en construir territorios de paz “es una manera de pensar cómo es que generamos condiciones o prácticas para que los individuos puedan ir accediendo a tener otras condiciones de vida y generar relaciones de confianza y seguridad. La cultura de paz es el presente que debe de construir el futuro, y debe ser vinculante a los Derechos Humanos”.
Más adelante, Claudia Zamorano, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), comentó que desde hace décadas se han dado procesos de deterioro que llevan hoy a hablar de ciudades más fragmentadas y con mayor brecha entre ricos y pobres. Ante ello, “se debe ver a la cultura no como clases de arte, sino como el elemento que despierte la memoria y la identidad, y que aproveche los capitales culturales que todos tenemos”.
Finalmente, José Luis Paredes, director del Museo Universitario del Chopo, sostuvo que en el trabajo cultural se deben evitar las posturas asistenciales y retóricas, y que las políticas institucionales deben estar en diálogo y transversalidad con otras políticas públicas. “La cultura debe ser entendida no como imponer desde arriba, sino como el derecho a la participación, lo cual implica incluso interpelar al establishment y a las instituciones”, expresó.
En la tercera edición del Foro Mundial Ciudades y Territorios de Paz 2020-2021, que se llevó a cabo del 5 al 7 de octubre, participaron especialistas de diferentes países, quienes forman parte de instituciones internacionales, gobiernos nacionales, autonómicos y locales; entidades de la sociedad civil, activistas sociales, universidades, empresas y estudiantes.
Este encuentro contó con el apoyo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la mayor organización de gobiernos locales y regionales del mundo, de la cual forma parte el Gobierno de la Ciudad de México.
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