Por: Redacción/
Roberto Campa Cifrián, Secretario del Trabajo y Previsión Social, resaltó que la sociedad se encuentra al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente el mercado laboral, por lo que es necesario colocar los cimientos para que la sociedad, y las nuevas generaciones aprovechen las oportunidades de esta transformación.
Durante la clausura del Foro Internacional “Mundo 4T: Trabajo, Tecnología y Transformación para Todos”, Roberto Campa Cifrián, titular de la Secretaría del Trabajo, informó que durante los días de exposiciones se desarrollaron elementos claves para esbozar una radiografía del cambio tecnológico y su impacto, así como para trazar una hoja de ruta que ofrezca las condiciones laborales que respondan a los desafíos, entre los que destacan:
1.- Actuar con sentido de urgencia: Se demanda definiciones y acciones inmediatas, debido a que el impacto de las tecnologías es exponencial y sucede a una velocidad inédita.
2.- Convertir riesgos potenciales en oportunidades: La Cuarta Revolución Industrial traerá transformaciones profundas, por lo que se debe aspirar a un valor agregado centrado en la producción de ideas.
3.- Eliminar asimetrías entre la oferta y la demanda en los mercados laborales: La revolución tecnológica demanda que los jóvenes estén mejor preparados, que cuenten con habilidades y aptitudes acorde a las nuevas necesidades que enfrentan los sectores productivos para ser competitivos.
Así como promover una actualización constante de la currícula, de acuerdo a los requerimientos laborales; acercar estratégicamente a instituciones educativas con los centros de trabajo para diseñar sistemas complementarios de capacitación y generación de nuevas habilidades.
4.- Diseñar instituciones y políticas altamente adaptativas: Constar con un sistema de gobernanza y reglamentario a prueba de futuro; esto es, altamente adaptativo a las condiciones tecnológicas, socioeconómicas, culturales, éticas y morales que están en evolución.
5.- Construir ecosistemas de innovación y tecnología: México debe pasar de una economía basada en la manufactura al conocimiento. Enfrentar el cambio tecnológico requiere una visión de largo plazo en ciencia, tecnología e innovación, para definir sectores y actividades prioritarias de atención, así como para generar ecosistemas que sean motor de innovación tecnológica.
6.- Promover un desarrollo incluyente: La revolución tecnológica ofrece enormes desafíos, pero también oportunidades para cerrar brechas de desigualdad en favor de quienes más lo requieren. Para promover y desarrollar un mercado laboral más incluyente, es clave, que se promueva un dinamismo empresarial que incorpore a grupos marginados.
7.- Adoptar los avances tecnológicos para hacer más eficiente el quehacer gubernamental. La tecnología no sólo presenta retos para el Estado, sino debe ofrecer grandes oportunidades como herramienta para la toma de decisiones, y el diseño e implementación de políticas públicas más efectivas en beneficio de los ciudadanos.
En su intervención Sergio López Ayllón, Director General del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), comentó que la convergencia de las telecomunicaciones, la informática, la robótica y la inteligencia artificial ha transformando los modos de producción y de las relaciones sociales.
“Es justamente en este sector formal donde el impacto de esta transformación nos obliga a repensar el conjunto de los mecanismos de la relación laboral y de seguridad social que deberá flexibilizarse para dar cabida a nuevas situaciones”, señaló.
El Director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Enrique Cabrero Mendoza, explicó que existe una ventana de oportunidad para México y se requiere de un diseño institucional y de la voluntad nacional que involucre al sector gobierno, científico, empresarial y social.
“Tenemos 15 años para lograr una reconversión en nuestro sistema de formación de talento, en la capacidad de reconversión de las empresas y en esta ocasión no hay por qué no llegar a tiempo a la cita con esta nueva etapa del desarrollo mundial”, enfatizó.
Mónica Azpe Bernal, representante permanente de México ante la OCDE, aseguró que el reto es priorizar las habilidades socioemocionales como el pensamiento crítico, la creatividad, el trabajo en equipo y la adaptabilidad; cerrar la brecha entre la oferta y la demanda en habilidades digitales; y aunque la inteligencia artificial está adelantado la caducidad de actividades, también se crearán nuevos empleos que aumentarán la productividad.
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