Por: Redacción
Ante la reducción de 23.3 por ciento al presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) para el próximo año, se deben buscar condiciones que permitan hacer un reordenamiento y redistribución de recursos para no afectar a este sector.
Al afirmar lo anterior, el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, diputado Carlos Gutiérrez García (NA), destacó la importancia de contar con un análisis sobre el impacto de ese recorte, contenido en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, y responder a la comunidad científica, “porque su desarrollo también es el desarrollo económico del país”.
Explicó que la contracción presupuestal en este ámbito es de entre 9 y 10 por ciento, pero directamente al Ramo 38 es de 23.3 por ciento. Por ello, continuó, se debe conocer cómo se aplica la reducción a las demás dependencias y manejar bien las cifras, para que el ajuste, si es necesario, se realice a todas en el mismo porcentaje.
Consideró que aceptar el recorte sería un retroceso y “nadie está de acuerdo en que vayamos para atrás”, por ello, dijo, es necesario alcanzar la meta de 1 por ciento del PIB para ciencia y tecnología, porque “en estos momentos estamos en 0.56 por ciento”.
Reiteró el compromiso de la Comisión por elaborar una contrapropuesta que establezca condiciones para mantener, al menos, el porcentaje actual de la proporción del PIB para ciencia y tecnología, y no retroceder.
Asimismo, aseguró que para ser un país exitoso en el desarrollo científico y económico, es necesaria, en gran medida, la contribución de la inversión privada, por lo que el gasto del gobierno debe ser verdaderamente aplicado para que atraiga, “con confianza”, a capitales particulares.
Durante la reunión, el diputado Bernardino Antelo Esper (PRI), secretario de la Comisión, subrayó la importancia de analizar profundamente de dónde pueden salir los recursos para canalizarlos al sector.
Del PAN, la diputada María Eloisa Talavera Hernández dijo que a este rubro le ha costado mucho trabajo transitar la ruta del 1 por ciento del PIB y este recorte presupuestal impacta de manera muy importante en becas y remuneraciones de investigadores. Pidió que si no se le aumenta presupuesto al sector, tampoco se le disminuya, pues hay otras áreas en donde pudieran hacerse ajustes.
Tania Victoria Arguijo Herrera (PRD), también secretaria de la instancia, destacó la necesidad de conocer qué han hecho las dependencias con el recurso para ciencia y tecnología y con qué criterios lo aumentaron o disminuyeron, para hacer un reordenamiento, pues “bien podría irse a CONACYT”.
Del PRI, la diputada Erika Araceli Rodríguez Hernández (PRI) pidió indicadores de gasto e impacto del recurso que se ha entregado, porque así “sabremos si están cerrando brechas de desigualdad en el tema de educación, ciencia y tecnología”.
El secretario del PAN, José Máximo García López, propuso que se revisen en la Auditoría Superior de la Federación las cuentas públicas rechazadas en el ejercicio del gasto en el CONACYT, para saber qué pasa, a qué se dedica el recurso y que haya consecuencias. Advirtió que “el año que entra será más complicado y no se debe permitir que haya quien abuse de estos recursos”.
La diputada Mirza Flores Gómez (MC), secretaria de la Comisión, manifestó su preocupación por que México se está quedando muy atrás en relación con la preparación científica para interactuar y competir en el ámbito internacional. “Si no le invertimos a innovación, ciencia y tecnología estaremos condenados a ser el patio trasero de todos los países desarrollados y ser solamente mano de obra barata y no punta de lanza”.
La diputada del PRI, Lucely Alpizar Carrillo, secretaria de la instancia, indicó que para avanzar en el ámbito científico y tecnológico “hay que entrarle a la innovación”. Se comprometió a realizar un análisis responsable para que el presupuesto se ejecute de manera eficiente. “Nuestro esfuerzo estará encaminado a fortalecer al sector y que quienes usen el recurso sean responsables, eficientes y conscientes. Si nos toca amarrarnos el cinturón este año, pues nos toca, es por el país y su futuro”.
Al presentar su análisis del Presupuesto Asignado al Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación, y al Ramo 38, José Franco, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC, afirmó que existe una desaceleración sin precedente en la historia reciente del gasto público, tendencia que se extiende “a los esfuerzos públicos en materia de ciencia, tecnología e innovación”.
Ello puede afectar negativamente el Gasto en Investigación y Desarrollo Tecnológico, en el objetivo de lograr el 1 por ciento del PIB hacia el 2018, pues en los últimos tres años, el aumento fue de .06 por ciento, al pasar de 0.50 a 0.56 por ciento, y “si la tendencia no se revierte, en 2018 apenas rebasaría el 0.60 por ciento”.
Indicó que el presupuesto contiene un decremento para el Programa de Ciencia Tecnología e Innovación (CTI) de 9.3 por ciento, así como un recorte importante al presupuesto fiscal del Ramo 38, de 23. 3 por ciento, lo que refleja una contracción del Gasto Neto Total del gobierno de 17 por ciento para 2017.
Expresó la preocupación por esa reducción, pues “si se aplica realmente a CONACYT, lo mandaremos a como estaba en 2012 y lo que se ha ganado en estos tres años se borraría; nos enviarían a las condiciones del principio de sexenio”.
Lo deseable es que no haya recorte, pero si no es posible, planteó, “que la reducción no sea de 23 por ciento, sino similar a la de todo el paquete de CTI” para proteger a la cabeza del sector y evitar repercutir negativamente en otras áreas del desarrollo del país.
“Entendemos que la situación financiera es volátil, frágil y difícil, pero en tiempos de crisis debemos mantener los ojos puestos en los rubros estratégicos para el desarrollo”, subrayó.
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