Por: José Manuel Mota Fernández/
En los últimos años, el Estadio Jalisco se ha convertido en el centro de atención por los múltiples problemas que se han presentado, mismos que han llevado a las autoridades a vetar el inmueble por la mala conducta de los aficionados, además de una clausura por problemas con la estructura.
Este viernes por la noche, se presentó otro de estos casos, luego de que un aficionado arrojara un objeto al terreno de juego, mismo que se estrelló en la cabeza de Iván Zamora provocándole una herida al futbolista que permaneció tendido sobre la lateral del terreno de juego por unos minutos, en lo que era atendido por los médicos de su club.
Ante esta situación, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), abrió una investigación de oficio para definir la sanción que se le aplicará al equipo, ya que de acuerdo al reglamento, son ellos los que tienen que responder por la conducta de sus aficionados.
Debido a que es la primera vez que sucede un acto de violencia en los últimos años, la situación terminaría en un aviso de veto de estadio, además de una multa económica para el club local. En caso de reincidencia, es decir, llegar a un segundo aviso, se sancionará con veto de estadio, mismo que irá de 1 a 10 partidos, dependiendo la gravedad.
De acuerdo con el Reglamento de Sanciones, la resolución deberá ser la siguiente:
Pero esta no es la primera vez que el Estadio Jalisco se ve involucrado en un tema de esta índole, ya que en el 2015, el recinto deportivo recibió dos castigos y, en total, no pudo recibir aficionados por cuatro partidos gracias a la mala conducta de los asistentes.
Una de ellas fue la invasión de los aficionados rojinegros en los cuartos de final del Clausura 2015, ya que luego de ir perdiendo 4-1 en la vuelta contra Chivas, los seguidores de los ‘Zorros’ se brincaron al terreno de juego para reclamarle a sus jugadores y a Tomás Boy, quien era el entrenador del cuadro tapatío.
Posteriormente, la Disciplinaria decidió imponer una fuerte sanción al equipo, quienes no pudieron abrir las puertas de su estadio al público general durante dos jornadas del Apertura 2016. La decisión final se dio porque la comisión consideró esto como “peligroso” para los deportistas.
Ese mismo año, se presentó una de las más grandes peleas en la historia del futbol mexicano, de nueva cuenta, en un ‘Clásico Tapatío’, mismo que terminó costándole a los locales dos partidos sin poder meter aficionados. Para darnos una idea, ese día hubo aproximadamente 10 heridos y siete detenidos.
La pelea la protagonizaron los elementos de seguridad del lugar y los aficionados de las Chivas, luego de que se les pidiera que dejaran de aventar bengalas a la parte interior de la tribuna, lo que provocó la molestia de los seguidores del llamado ‘Campeonísimo’.
La más reciente, fue un problema en la instalación de la nueva pantalla de 360 grados, ya que estaba a siete metros sobre la superficie de juego, cuando debería esta a 20, según el reglamento de Manual de Estadio Seguro de la Federación Mexicana de Futbol. Gracias a esto, el Jalisco fue clausurado por el Gobierno del estado, hasta que se cumpliera con las especificaciones.
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