Por: Redacción
La construcción del Corredor de Transporte Público Colectivo de Pasajeros Metrobús Reforma afectaría irreversiblemente el patrimonio urbanístico, arquitectónico y cultural de un monumento vial y un sitio que debe preservarse debido a la trascendencia histórica que representa, advirtió Eduardo Cruz Vázquez.
El miembro fundador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) informó en entrevista que este colectivo instó al gobierno de la Ciudad de México a pensar en otras opciones de movilidad para el Paseo de la Reforma.
Dicho grupo –adscrito al Programa de Economía Cultural de la Unidad Xochimilco e integrado por académicos, ciudadanos y microempresarios– recomienda una construcción subterránea o elevada para no cometer “urbanicidio” e invita a la autoridad capitalina a realizar un estudio de factibilidad antes de iniciar las obras previstas para finales de 2016.
El también responsable del Centro de Difusión Cultural Casa Rafael Galván de la UAM indicó que los integrantes del Grecu solicitaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia que desarrolle los estudios necesarios para declarar el Paseo de la Reforma como monumento histórico nacional y así disponer de mayores herramientas para la defensa de una de las vialidades más bellas de la capital mexicana.
Esa acción promovería la implementación de reglas más estrictas, tanto para obras públicas como privadas y minimizaría los elementos que pudieran agredir el trazo, la estética y el sentido de la avenida.
“Debería reducirse el paso de los vehículos, en lugar de ampliarlo, así como redistribuir la densidad demográfica, en vez de incrementarla al edificar más rascacielos. No nos oponemos al desarrollo: nos interesa incluir un proceso racionalizador de vigilancia a un patrimonio que nos define”, apuntó.
Cruz Vázquez explicó que la vialidad emblemática alude a un episodio esencial de México que registró miles de muertes: la Guerra de Reforma; además es el resultado de uno de los ecosistemas fundamentales de la ciudad: “el Bosque de Chapultepec, que debemos preservar como pulmón ambiental, y cuenta con la presencia del Museo de Antropología e Historia, que contiene una parte prehispánica simbólica de la identidad nacional”.
Paseo de la Reforma está revestido de monumentos artísticos e históricos, además de que su trazo corresponde a un proceso del siglo XIX, por tanto, lo que allí ocurra afecta de manera directa la noción del pasado del país y su naturaleza desde que se originó, en la época de Maximiliano de Habsburgo.
En esa arteria “podemos observar diversos ejemplos de toda la arquitectura que México ha podido acumular hasta llegar a la modernidad. Convergen etapas que muestran la configuración del país, por ejemplo, la mitología que rodea las zonas de los Indios Verdes y Tlatelolco, o el caso de la Estela de Luz”.
“Debería pensarse como un lugar público recreativo y no añadirle más complejidad, ya que reúne un amplio segmento de la población perteneciente a diferentes clases sociales”. Además muestra muchas cosmovisiones: desde la modernidad de Santa Fe hasta las zonas más populares por las cuales atraviesa.
En sus siete años de actividades, el Grecu ha formulado varios pronunciamientos públicos, siendo éste el más reciente, en el cual “hacemos un llamado para examinar las implicaciones culturales que presentaría la construcción de la línea siete del Metrobús, porque no nos oponemos a ella, más bien es insuficiente el diagnóstico efectuado acerca de su viabilidad”, manifestó.
El doctor Saúl Alcántara Onofre, investigador del Departamento del Medio Ambiente de la Unidad Azcapotzalco, opinó que “es positivo tener una nueva línea de Metrobús, pero el problema es que al gobierno de la Ciudad de México no le interesan el paisaje ni la planeación, pues lo prioritario es el aspecto técnico de la carpeta asfáltica”.
El profesor recomendó que las paradas deberían tener una calidad artística acorde con un paseo que se remonta al siglo XIX. “Hay esculturas de próceres de la República cada 50 metros y la mayoría de las bancas es original de finales del XIX y principios del XX”.
El Metrobús atravesará por los lugares más emblemáticos de la capital: el Bosque de Chapultepec, El Museo Nacional de Antropología, el Ángel de la Independencia, la fuente de La Diana Cazadora, la glorieta de La Palma, Tlatelolco, la Estela de Luz, los monumentos a Colón y Cuauhtémoc, y la Fuente de Petróleos Mexicanos.
La Ley de Planeación de 2011 establece que todas las intervenciones de política pública deben incluir un estudio de factibilidad cultural. “Esto implica analizar las repercusiones que una obra ejercerá sobre la identidad, los paisajes, el manejo del patrimonio y los cambios en el uso de suelo”.
Los aspectos económico y cultural deben verse desde una acepción amplia, más allá de los procesos de producción artística, pues así como existe un sector turístico o de telecomunicaciones, hay uno cultural que atañe a una gran cantidad de personas.
Cruz Vázquez destacó que las líneas de Metrobús existentes están saturadas y la opción ideal de movilidad continúa siendo el Metro. Una de las grandes soluciones sería construir en el subsuelo, como en Europa.
“Nos encontramos en el proceso de tramitar un amparo, pues como ciudadanos estamos preocupados porque Paseo de la Reforma no tiene la vocación comercial de Nueva York o de Chicago”.
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