Por Redacción
Senadores y especialistas en materia de adicciones señalaron que los tratamientos contra el consumo de marihuana deben ser similares a los destinados a enfermedades crónicas, y plantear mecanismos que prevengan su utilización, sobre todo por parte de la población joven.
Durante la mesa “Regulación del consumo en relación con el tratamiento de adicciones”, que forma parte de las audiencias públicas para las alternativas de la regulación de la marihuana, Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud, advirtió que las principales causas de mortalidad que afectan a la población tienen que ver con enfermedades crónico-degenerativas, que se originan a partir de estilos de vida inadecuados, combinados con factores genéticos y ambientales.
Abundó que el consumo de marihuana en menores daña su salud en ese sentido, ya que afecta el sistema nervioso central, el sistema respiratorio y cardiovascular, y su desarrollo cognitivo en aprendizaje, memoria y procesos de atención selectiva; además de incrementar el riesgo de lesiones relacionadas con el abuso, como accidentes y violencia.
Dijo que esta problemática obliga al Congreso de la Unión, y a las autoridades sanitarias, a incluir las herramientas necesarias en la Ley General de Salud para promover estrategias y políticas de prevención médica.
La senadora María Elena Barrera Tapia, integrante de la Comisión de Salud, explicó que 60 por ciento de los pacientes en tratamientos por consumo de marihuana, son menores de edad; además de que los consumidores van en aumento, pues en 2008 había 450 mil dependientes de la marihuana, y para 2011 se elevó la cifra a 550 mil personas adictas.
Comentó que, de acuerdo a diversos estudios, por cada dólar invertido en prevención del consumo de drogas, se pueden ahorrar hasta 10 dólares en gastos futuros; y se estima que sólo uno de cada seis consumidores de cannabis recibe tratamiento contra su adicción.
La senadora Angélica de la Peña Gómez, del PRD, resaltó la importancia de identificar la magnitud del problema del consumo de la marihuana, además de contar con información que ayude a eliminar los mitos y tabúes de quienes han probado esta planta al menos una vez en su vida, y de quienes son consumidores constantes.
En tanto, el director de Atención y Tratamiento de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Martín del Campo Sánchez, dijo que no se debe trivializar con las consecuencias negativas que causa su consumo, pues se asocia a efectos psicóticos, psiquiátricos, impactos en el sistema nervioso central y aumento en el riesgo de accidentes de tránsito.
Señaló que la marihuana es la sustancia más consumida entre estudiantes de quinto y sexto grado de primaria, de secundaria y bachillerato, y alrededor de un millón 100 mil alumnos ya la han probado. Niños de entre 10 y 11 años han consumido la sustancia con un registro de 106 mil menores.
Mencionó que en el último año los centros de atención para el tratamiento de las adicciones recibieron 19 mil casos por consumo de marihuana. En los últimos dos años se triplicaron los casos de adolescentes tratados por consumo de esta sustancia y el 64 por ciento de la atención es por cannabis.
Consideró necesario revisar las cantidades permitidas de consumo personal, así como los efectos y consecuencias que tiene en la salud de los consumidores, además de modificar la ley aprobada en 2009, ya que consideró que no está funcionando.
Por su parte, Rafael Camacho Solís, director general de Promoción a la Salud de la SSA, dejó en claro que la adicción a las drogas no es un delito, es una enfermedad crónica, progresiva, frecuentemente mortal, de difícil tratamiento, pero no se castiga sino que se previene desde la infancia y, en su caso, se le da tratamiento.
Afirmó que los amparos que otorgó el Poder Judicial revivieron la atención sobre la regulación de la marihuana y “hace necesario reformas legales en el corto plazo y obliga a revisar la posición de México ante la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se llevará a cabo en abril de este año.
“Sería ilógico llegar con una posición de prohibición completa cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación la declarado inconstitucional por desproporcionada”, expresó.
Camacho Solís dijo que independientemente del estatus legal sobre la utilización de cannabis, una premisa básica es mantener siempre la visión de salud pública para tratar de disminuir el consumo.
María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, consideró que es indispensable encontrar alternativas para disminuir los costos por el consumo de la droga, así como proteger a la población en condiciones de vulnerabilidad.
Comentó que los pilares para controlar el problema son la prevención, el tratamiento, la reducción del daño y el control de la oferta, pues la disponibilidad es lo que predice en mayor medida el consumo pero está mediano por las características de la persona.
A las audiencias públicas para las alternativas de la regulación de la marihuana también asistieron las senadoras Hilda Esthela Flores, secretaria de la Mesa Directiva, y Cristina Díaz Salazar, presidenta de la Comisión de Gobernación; así como integrantes del Consejo Técnico de las audiencias.
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