Autor: Moctezuma Reco

Analista

 

Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien, es una de las frases que más presente tengo de Nelson Mandela, cuyo rostro adorna poderosamente el portal de ingreso a Puerto Balleto, Nayarit, sita en Isla María Madre, lugar donde se dio cita de manera muy “petit comité”, la celebración por el Día de la Marina Nacional, en la cual, de acuerdo con mis fuentes cercanas a Palacio Nacional, de inicio la veda impidió hacer un evento más grande, la proximidad a las elecciones del día siguiente y cierta condición del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de querer tener algún momento de soledad. 

Me comentan de igual forma, que hubo ciertos mensajes interesantes durante esa ceremonia, razón por la que abro esta columna con ese tema, los cuales fueron por ejemplo que el Presidente y el Secretario de Marina arribaron por la tarde/noche del día 31 de mayo y el Secretario de la Defensa hasta el día siguiente por la mañana a minutos de iniciar el evento, otro dato interesante que me fue compartido, fue el hecho que en su discurso inicial el Presidente básicamente se despidió, haciendo alusión a que en cuatro meses concluirá su mandato y supuestamente dijo que era la última ceremonia con Fuerzas Armadas (no se si cancelará el desfile del 16 de septiembre por el cambio de gobierno, o simplemente se le olvidó ese pequeño detalle).

Sin embargo, una persona como Andrés Manuel, quien siempre está rodeada de simbolismos, es de difícil lectura inicial (como su analogía de la temporada de mangos), lo que al parecer sorprendió a propios y extraños presentes, fue cuando agradeció de inicio únicamente al Secretario de Marina por su apoyo en la consolidación de sus proyecto, prosiguió con su discurso para aparentemente recular unos minutos después e incluir al Secretario de la Defensa, que según admiten los espectadores, se notaba un tanto incómodo, quizás por el calor propio de la locación.

Ahora bien, han pasado 4 días desde la aplanadora guinda que dejó en ascuas las esperanzas de quienes buscaban una transición 180°, a raíz de esto, en pláticas con académicos y analistas siempre sale el tema de seguridad, tema que considero bastante prematuro analizar, ya que necesitamos de inicio un gabinete conformado (A pesar que ya anda rolando una versión bastante graciosa del supuesto gabinete, con algunos errores muy lógicos en él, como el caso de la Sria de Economía, por citar un ejemplo). Y después de unos días donde se requerían confirmaciones, la preocupación más palpable de mi candidata electa, pareciera ser el materializar la reforma al poder judicial.

De manera muy clara, lo que se busca es revocar la invalidez de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia respecto de una Ley. En palabras simples y llanas, si el Congreso aprueba una reforma constitucional y la SCJN dice que no, con solo tener dos terceras partes de los votos, se revocaría esta decisión y avanzaría hasta llegar al Ejecutivo, el cual podría decretarla y publicarla en el Diario Oficial de la Federación. 

Otra parte de la propuesta incluye una propuesta anticipada a la SCJN antes de emitir un dictamen, con el fin de evitar debates sobre la legalidad o no de una iniciativa y suv votación. 

Por eso iniciamos citando a Mandela y por eso cerraremos con el, “nunca debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de un persona por otra”, es como nos inspiraba Mandela a seguir luchando por un mundo más justo, en el que la opresión claramente no tiene cabida. 

La división de poderes garantiza que las atribuciones, competencias y facultades otorgadas a los diversos órganos del Estado, sean ejercidas en un marco de pleno respeto y AUTONOMÍA. En el Gobierno Federal no puede imperar el absolutismo político, reza un documento por ahí en la página oficial de la Cámara de Diputados. Ahí se los dejo de tarea como siempre.