Por: Oswaldo Rojas

Después de haber dirigido el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana por 31 años, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, el 10 de enero de 1989 fue relevado del puesto por el entonces presidente de México Salinas de Gortari. Este cuestionado líder sindical llego a acumular un patrimonio de por lo menos 2 mil millones de pesos.

El acto que se mereció el nombre de “el quinazo” y tuvo dos grandes razones de realizarse. La primera fue la búsqueda de Salinas por legitimar su gobierno después de unas elecciones fraudulentas. La segunda es que durante las elecciones presidenciales los estados en que el sindicato tenía presencia reunieron votos para el otrora opositor Cuauhtémoc Cárdenas.

Una tercera hipotesis es el supuesto patrocinio que Galicia dio al libro ¿Un asesino en el palacio?, el cual relata un suceso en la infancia de ex presidente y su hermano Raúl, el cual al parecer asesino por error con un rifle a una sirvienta en su antigua casa de la Ciudad de México.

“La Quina” fue un dirigente sindical que se oponía abiertamente a la estadía del PRI en los Pinos, y tachaba de neoliberales sus gobiernos.

El 10 de enero de hace 26 años militares arrestaron por posesión de armas al ex líder del sindicato, quien fue condenado a 35 años de prisión. A pesar de que también se le podía imputar malversación de fondos se optó por no hacerlo para evitar que el proceso se alargará.

Salvador Barragán Camacho y otros 30 allegados de Galicia fueron procesados, con lo que se hizo un cambio en la estructura y dirigencia del sindicato a cargo de Sebastián Guzmán Cabrera.

El “quinazo” se trató de uno de los muchos conflictos entre el gobierno federal y los dirigentes sindicales.