Por: Redacción/

En países de Latinoamérica, como México, el desarrollo de viviendas colaborativas o cohousing es poco viable, pues el sistema de seguridad social impide a los adultos mayores vivir con independencia y en condiciones óptimas de salud, afirmó Alejandro Suárez Pareyón, coordinador del Laboratorio de Vivienda de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM.

Las viviendas colaborativas surgieron a partir de los movimientos cooperativistas; se trata de un desarrollo habitacional en donde hay casas privadas y espacios compartidos, normalmente habitados por adultos mayores.

Este concepto tiene una larga trayectoria en Europa y en años recientes se ha planteado para personas mayores que gozan de independencia económica y buena salud.

Las cohousing nacieron en países con economías desarrolladas, con un sistema de seguridad social bien fundado y definido, y en donde las personas pueden contar con una jubilación digna y con financiamiento para vivienda, remarcó Suárez Pareyón.

En un principio se empezaron a agrupar personas con ciertas afinidades: amistad, parentesco o trabajo, pero en los últimos años las mayores de 65 años han optado por este estilo de vida. Ya no tienen hijos pequeños, están jubilados y buscan convivir con gente de su edad para compartir servicios y hacer actividades en grupo, pero sin perder su privacidad.

Sin embargo, dijo, es poco probable que este concepto se lleve a cabo en países en donde no hay un sistema de seguridad desarrollado, y éste es el caso de México, y en general de América Latina.

En nuestro país “tal vez la población con ingresos altos podría acceder a ellas, pero hasta ahora residen en estancias donde tienen apoyo y cuidados óptimos de salud, con la posibilidad de socializar y llevar un estilo de vida colectivo”.

Además, se debe tomar en cuenta que aquí la atención a los adultos mayores se da casi siempre en el seno familiar y en muchos casos no tienen autonomía económica o sus condiciones de salud son delicadas.

En Jalisco, concluyó, hay un caso de vivienda colaborativa, pero está conformada por extranjeros jubilados que encontraron en nuestro territorio mejores condiciones, pues sus recursos les permiten vivir mejor aquí que en su país de origen.