Por: Redacción/
Después de realizar estudios geofísicos y mecánica de suelo hechos por diversos especialistas se ha determinado la posible reubicación de aproximadamente 832 viviendas ubicadas en las alcaldías de Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco, que resultaron afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y que están en zonas de grietas, informó la presidenta de la Comisión de Reconstrucción, Esperanza Villalobos Pérez.
Durante el Foro Ciudad de México, Sismo del 19 de septiembre, la legisladora recordó que después de aquel la administración anterior no hizo nada, incluso las entonces delegaciones de Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco no estaban consideradas dentro de la Ley de Reconstrucción anterior, siendo que ahí se concentró 80 por ciento de los damnificados.
“De acuerdo con el último informe que presentó el comisionado de Reconstrucción se han atendido 903 viviendas unifamiliares para demolición total y reconstrucción, se asignaron 133 millones de pesos para restaurar 18 monumentos históricos y cinco de infraestructura cultural”, recalcó.
Destacó que ahora la Ley de Reconstrucción incluye la integración de una Mesa con Especialistas, técnicos geofísicos y geólogos especializados en mecánica de suelo, quienes se han encargado de dictaminar zonas específicas donde no se puede construir; además de una Mesa Jurídica que deberá actuar en la gran cantidad de casos en los que no existe delimitación o transmisión de las propiedades.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana y Vivienda, Fernando Aboitiz Saro, afirmó que la corrupción en materia de construcciones, la constante violación de las nomas para edificar y la existencia de edificios antiguos que se construyeron bajo otros lineamientos fueron factores que provocaron la pérdida de vidas humanas en el centro de la Ciudad de México durante el sismo de septiembre de 2017.
Dijo que hay zonas en donde “me parece que no es un problema de edificios, sino un problema de autoconstrucción, porque muchos han ido construyendo como pueden, y la falta de colocar castillos en las viviendas los dejó en una posición más endeble”, apuntó el legislador.
Por lo anterior propuso acercar al Instituto de Vivienda local para que quienes vivan en construcciones con dichas características puedan ser incluidos en el programa de Mejoramiento de Vivienda, asegurar que estas viviendas cuenten con la mínima estructura suficiente, “realmente una vivienda de uno o dos niveles no debería correr el riesgo en un sismo”.
Asimismo, hizo un llamado al Gobierno de la Ciudad de México para impulsar un programa de protección civil con cuadrillas más especializadas, evitar la sobreexplotación del subsuelo, porque eso generará no sólo escasez de agua, sino condiciones graves por grietas en el oriente del Valle de México.
El diputado Rigoberto Salgado Vázquez, de MORENA, recordó que en aquel sismo era titular de la alcaldía Tláhuac, una de las demarcaciones más afectadas. “Este siniestro puso a prueba a las instituciones y la visión de las autoridades para resolver esta clase de acontecimientos, también redefinió la capacidad de acción, organización y respuesta ante un evento de esta naturaleza”.
“Una de las primeras tareas que realizamos ante el sismo fue que, a partir de la instalación de campamentos de protección civil, organizamos tareas de inventario de daños, contabilizamos 7 mil viviendas afectadas, además de escuelas, iglesias, mercados y estiaje de agua, el disponer de recursos para la reconstrucción fue un tema complejo, por ello celebro que a través de la Comisión de Reconstrucción del Congreso de la Ciudad de México se esté apoyando a las familias afectadas de forma gratuita y directa”, destacó el congresista.
Aseguró que la enseñanza que dejó este acontecimiento fue la importancia de la organización, además de darle la importancia y seriedad debida a todo lo relacionado con protección civil, “son acciones que debemos realizar de forma constante no sólo para conmemorar estas fechas, debemos recordar que vivimos en una zona de riesgo, por eso es fundamental que estemos preparados y realizar proyectos con la técnica y asesoría profesional necesaria”.
Durante su participación, Isaac Corona Estrada, especialista en materia de seguridad y contención de daños, indicó que a raíz del terremoto de 1985 se tomaron acciones importantes en materia de construcción e ingeniería, se creó el Centro Nacional de Prevención de Desastres, se crea el Fondo para Desastres, se implementaron programas de protección civil y se generaron reglamentos, leyes y normas, “se comenzaron a realizar macrosimulacros y se obligó a las autoridades a cumplir con ciertas normas y protocolos en materia de protección civil”.
“Es gracias a todo lo que se creó desde ese momento, que hoy en día la gente sabe qué medidas tomar ante un sismo, aunque no han sido suficientes. El sismo de 2017 dejó ver que nuestro problema no es la prevención, es la falta de planeación, organización y reacción, especialmente de las autoridades; no había liderazgos, no había quién tomara decisiones y el control sobre lo que se tenía que hacer”.
Por lo anterior, Isaac Corona aseguró que es necesario crear grupos de voluntarios que sepan cómo reaccionar ante cualquier emergencia, lo que ayudará a tener capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad, además de que permitirá aprovechar el apoyo que brinda la sociedad civil, “situación que durante el sismo de 2017 no ocurrió”.
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