Por: Redacción
La visita a México del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, no se puede considerar aún un triunfo del magnate, aseguró Eduardo Rosales Herrera, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM.
“Si esto no se traduce en un repunte en las preferencias en EU a su favor, entonces su viaje a nuestro país sería infructuoso e incluso un fracaso”, agregó el especialista en Relaciones Internacionales.
La respuesta a esta interrogante será despejada el fin de semana, al darse los resultados de las encuestas de opinión y tendencia de voto, refirió Rosales Herrera.
Si bien Trump puntualizó en Los Pinos sus prioridades y agenda, al menos tres de los cinco planteamientos son “ocurrencias vacías e irrealizables”, expuso.
Sobre acabar con la migración ilegal, Rosales Herrera indicó que el establecer más controles y regulaciones favorecería la seguridad fronteriza, aunque la deportación masiva sería un error y la primera perjudicada sería la economía de EU.
Respecto al muro que pretende sea pagado por México, al menos un tercio de los lindes entre ambos países ya cuenta con uno, que no ha podido ser continuado por su elevado costo de construcción en cuanto a maquinaria, materiales y mano de obra, detalló.
En lo tocante a los cárteles de la droga, advirtió que el primer requisito para acabar con ellos es reducir a cero el consumo de narcóticos al interior de la Unión Americana, pero según datos de la ONU, ésta es una de las naciones que más compran en el orbe.
Además, para la manufactura y los empleos a crear en el país vecino, “las medidas anunciadas por el candidato republicano van en contra de los principios de libertad económica de las empresas”, apuntó.
La visita de Trump a Los Pinos “sólo nos permitió ver una versión hipócrita de una postura moderada. Es iluso pensar que una persona como él pudiera ofrecer disculpas”, señaló Rosales Herrera.
Trump vino preparado para visita a Los Pinos
Por su parte, Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, planteó que la actitud del republicano en su paso por México debe verse en el contexto de una campaña electoral inédita.
“Venía preparado y no improvisó. Fue su primera visita al extranjero como candidato a la Casa Blanca. Llegó en actitud de potencial líder mundial, a poner los puntos sobre las íes y a subrayar frente al presidente de México cosas que él no está dispuesto a conceder, con lo que al mismo tiempo mandó un mensaje a los electores de EU”.
Trump demostró su habilidad para aprovechar cualquier situación y coyuntura. Lo único importante para él era la reacción de los estadounidenses, que en noviembre decidirán el rumbo de la construcción de un proyecto de nación en el que la economía, el empleo y la seguridad figuran entre los temas de mayor relevancia.
Lo cerrado de la contienda entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump los obliga a tomar posiciones diferentes ante los mismos problemas. Ahí es donde México puede tener una ventana de oportunidad con resultados satisfactorios, concluyó.
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