Por: Redacción
En México se consumen insectos desde la época prehispánica. En la actualidad existen alrededor de 504 especies comestibles en el país.
No cabe duda de que la gastronomía que nos representa es de las más especiales del mundo. Basta con conocer y degustar la inmensa variedad de platillos exóticos que nos ofrece y que cautivan gustos exigentes, como aquellos que se preparan con insectos aptos para la alimentación.
Los chapulines, escamoles, gusanos de maguey, jumiles, hormigas, acociles y escarabajos, son algunos de los muchos insectos con los cuales se hacen manjares culinarios que se disfrutan principalmente como botana tradicional después de freírse y sazonarse de diferentes maneras. Cabe resaltar que estos han sido considerados platos de lujo desde tiempos prehispánicos.
Los insectos más comunes o conocidos son los chapulines, en Oaxaca, particularmente, se comen en tacos con salsa de chile pasilla. Los escamoles (larvas de hormiga) son muy preciados en el estado de Hidalgo, cuyas recetas los incluyen en la preparación de tamales, salsas, caldos, horneados y tunas rellenas.
En Oaxaca, con los gusanos de maguey se elabora sal y también se agregan a las botellas de mezcal a fin de garantizar la autenticidad de la bebida. En los estados de México y Morelos los jumiles (chinches de campo) nunca faltan en las salsas, tacos, arroz y hasta en los huevos revueltos.
Actualmente, el consumo de insectos ha adquirido una mayor relevancia debido a que se ha promovido potencialmente su valor nutrimental y gastronómico, al ser una rica fuente de proteínas y considerárseles ingredientes gourmet en la cocina contemporánea.
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