Por: Redacción/
México requiere de un plan de desarrollo territorial integral, permanente y con enfoque en derechos humanos, perspectiva de género y respeto de la naturaleza que aliente la participación de la población y el cual debiera ser aprobado como ley por el órgano legislativo respectivo y exigible ante la justicia, propusieron hoy los participantes en el Tercer Seminario Internacional Repensar la Metrópoli, celebrado esta semana en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la jornada de clausura del encuentro –desarrollado como parte de los foros Problemas Metropolitanos: Acciones para su atención– los especialistas participantes destacaron que se trata de una iniciativa de primordial relevancia ante el proceso de globalización neoliberal, la primacía del libre mercado y el retiro del Estado de la acción regulatoria que ha favorecido la explotación indiscriminada de recursos naturales y mano de obra, la especulación inmobiliaria, el desplazamiento y el desalojo forzado de poblaciones, la ejecución de megaproyectos en función del interés privado.
Como parte de la transición hacia un nuevo gobierno constitucional que promete transformaciones profundas “consideramos de suma importancia pronunciarnos en relación con la problemática que se evidencia en el territorio, en las ciudades y las comunidades, en torno al suelo urbano, la vivienda, el agua, los efectos del cambio climático, y en relación a las políticas necesarias para su atención, declaró el maestro Roberto Eibenschutz Hartman, Profesor Distinguido de esta casa de estudios.
La expansión territorial del narcotráfico y el crimen organizado en control de los espacios de gobierno y productivos a distintas escalas ha contribuido al debilitamiento de las formas tradicionales de organización comunitaria, generando profundos conflictos sociales provocados por la ruptura de las redes familiares.
Por ello, los académicos urgen al gobierno federal a recuperar el control directo del aprovechamiento de los recursos naturales, con el fin de reconocer los derechos de pueblos sobre la tierra, los bienes comunes y el patrimonio cultural para lo cual es necesario revertir el permiso al extractivismo, además de iniciar un proceso de cancelación de concesiones.
Todo esto requiere de una gestión transparente, libre de intereses clientelares, políticas públicas convergentes y agendas construidas de abajo hacia arriba en procesos participativos con claras responsabilidades de las autoridades, cuyas acciones deberían ser vigiladas por Consejos Metropolitanos integrados por docentes de instituciones académicas, especialistas y miembros de la sociedad civil para colocar los intereses de las colonias, los barrios y los pueblos en el ejercicio del gasto y aplicación de recursos.
Las principales problemáticas en materia de suelo se derivan de la especulación, la segregación urbana, la discriminación social y la expansión irracional de la ciudad, con un uso en contra del interés colectivo y la preservación de la vida, por lo que llamaron a garantizar el derecho a la ciudad relacionado con un lugar adecuado y seguro.
Con el propósito de disminuir los casos de desalojo, segregación socio-espacial y aumento de personas sin techo u obligadas a vivir en la precariedad, derivado del alto costo de la propiedad alquilada plantean la aplicación de una política habitacional que amplíe el otorgamiento de servicios financieros.
También calificaron de indispensable el diseño de esquemas que atiendan usos y costumbres, colocando la producción social del hábitat como un componente estratégico que incorpore nuevas tecnologías en la habilitación de infraestructuras y servicios públicos, además de estimular sistemas autogestivos de ahorro y préstamo a través de organismos de vivienda.
El conjunto de propuestas está encaminado a impulsar un proceso de cambio y transformación que reconozca, por un lado, los impactos negativos del modelo neoliberal que llevan a la configuración de un país profundamente desigual, excluyente y violento y, por otro, la amplitud de las fuerzas sociales que defienda recursos, naturaleza y vida digna.
Dos formulaciones sintetizan estas propuestas: la construcción de un sistema de planeación integral del desarrollo en todas las escalas, desde la vivienda hasta la metrópoli, y el desarrollo de mecanismos de participación social en la planeación, producción, gestión y control a todas las escalas y en todos los ámbitos de gobierno, concluyeron.
El Tercer Seminario Internacional Repensar la Metrópoli, que forma parte del Foro Problemas Metropolitanos: Acciones para su Atención con el tema de Vivienda, tuvo lugar en el marco de la Cátedra ANUIES Luis Unikel Spector del 22 al 26 de octubre en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de la UAM. La actividad reunió a más de 185 expertos mexicanos y extranjeros.
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