Por: Redacción/
El coordinador de los diputados de NA, Luis Alfredo Valles Mendoza, urgió al sector salud a crear conciencia sobre las repercusiones que tiene el consumo excesivo de sal en las personas, a fin de prevenir enfermedades cardiovasculares mediante la reducción de su ingesta en toda la población.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el exceso de sal alimentaria en el cuerpo humano puede causar insuficiencia cardiaca e infartos, dificulta la función de los riñones, favorece la retención de líquidos, provoca enfermedades gástricas y diabetes, indicó en un comunicado.
Incluso, agregó, su ingesta exagerada puede derivar en un accidente cerebrovascular.
El diputado por Durango manifestó su preocupación por las estimaciones de su consumo a través de alimentos y bebidas, ya que de los cinco gramos que la Secretaría de Salud federal (SSA) recomienda ingerir al día, el mexicano promedio supera esta cantidad al llegar hasta los nueve gramos, según la asociación civil El Poder del Consumidor.
Se pronunció a favor de la concientización por parte de la SSa, a fin de educar a los consumidores para conservar un nivel de salud idóneo.
También sugirió considerar a las organizaciones civiles, así como a la comunidad académica, con el objetivo de emprender una estrategia integral que logre abatir esta situación.
“Se calcula que si reducimos la presión arterial al disminuir el consumo de sal en alimentos y bebidas, incluso en pequeñas proporciones, se pueden prevenir 8.5 millones de defunciones prematuras en 10 años a nivel mundial, y se puede generar una reducción considerable de costos por concepto de gastos en materia de salud”, agregó.
Valles Mendoza ejemplificó que, del total de derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 12 millones 417 mil 631 de los empadronados padecen alguna enfermedad cardiovascular, concepto por el cual se gasta en nuestro país hasta 56 mil millones de pesos al año.
“Según la Asociación Nacional de Cardiólogos (ANCAM), la tasa de muertes en México por padecimientos cardiovasculares y degenerativos fue de 54 por ciento hasta 2017, por lo que es impostergable replantear alternativas que reduzcan estas cifras, una de ellas podría ser mediante la simple disminución en el consumo de sal”, aseveró.
El coordinador parlamentario hizo énfasis en la necesidad de llamar a la población a mejorar su forma de vida y patrones de consumo, “porque con pequeñas acciones, como una alimentación más saludable, quitar el salero de la mesa y crear conciencia a futuro, se lograrán grandes cambios en materia de salud”.
Urgió al Congreso de la Unión a impulsar una nueva norma oficial sobre el etiquetado frontal de alimentos empaquetados y bebidas embotelladas, a fin de hacer más claro y comprensible el contenido de sodio en cada producto.
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