Por: Redacción
Ante el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se requiere un replanteamiento total de la relación diplomática de nuestro país con el vecino del norte, coincidieron especialistas de la UNAM.
Nuestra nación necesita una verdadera política de Estado orientada a reposicionarse en la Unión Americana con la labor de todos los sectores de la sociedad mexicana organizada que tienen vínculos con EU.
Pero el gobierno no debe abordar solo esa gran política de Estado, lo debe hacer acompañado por las organizaciones empresariales, no gubernamentales y sociales, y fundamentalmente de las universidades. Es necesaria una tarea de coordinación, añadieron.
En una mesa de análisis sobre la elección presidencial en EU, en la que el exrector de la UNAM y presidente del Consejo Directivo del Instituto Aspen México, Juan Ramón de la Fuente, dialogó con Paz Consuelo Márquez-Padilla, exdirectora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN); Francisco Suárez Dávila, exsubsecretario de Hacienda y exembajador de México en Canadá; y Juan José Bremer, escritor y exembajador de México en Estados Unidos, también se coincidió en que el triunfo del magnate fue “sorpresivo”.
Su victoria representa un cambio histórico y es síntoma de problemas sociales y económicos muy serios en la Unión Americana, en donde hay un sector de la sociedad molesto, sobre todo la población blanca, a la cual nadie pudo entender, más que Trump. Entre esos grupos captó un gran número de votos y ganó.
En la Casa de las Humanidades, De la Fuente señaló que en la relación bilateral con EU será importante la estrategia completa del gobierno y del Estado mexicanos. La nueva relación que se construya no será sólo un asunto de la Cancillería, sino de todas las instituciones, las organizaciones sociales, la ciudadanía, las instituciones académicas y el sector privado.
Por su parte, Márquez-Padilla opinó que en el proceso electoral la democracia se vio afectada porque no hubo deliberaciones, ni se explicaron las políticas públicas que se seguirán. Eso es lo que crea gran incertidumbre con el triunfo del empresario: nadie sabe qué va a hacer de todo lo que ha dicho, ni cómo lo hará.
No obstante, añadió Bremer, el respeto al voto de la ciudadanía demuestra que Estados Unidos tiene un vigoroso andamiaje institucional que funciona bien.
“Pero entramos ahora al segundo capítulo; la campaña terminó ayer y el gran reto de la democracia americana es cómo este sistema tradicional, para muchos paradigmático, de división de poderes, de pesos y contrapesos, va a contribuir para que las aguas de este río enojado no se desborde”.
Suárez Dávila mencionó que en su mensaje como presidente electo, Trump dio señales de moderación, a favor de la unidad entre los estadunidenses, sin agredir a ningún país. Demuestra así que un presidente electo se comporta de manera distinta a un candidato.
Asimismo, refirió que en el ámbito económico y financiero internacional habrá que esperar una enorme volatilidad en los tipos de cambio y los mercados bursátiles, hasta la toma de posesión de Trump, en enero próximo.
En tanto, De la Fuente comentó que necesitamos articular un frente de unidad nacional para que el Estado mexicano sea el que trate de establecer una nueva relación con el vecino país del norte, y no la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de acciones asiladas; en ese contexto multidimensional estará el tema del muro. Al respecto, advirtió, “veremos cómo resolver, disuadir o confrontar al nuevo gobierno, si no hay otra alternativa”.
Los especialistas coincidieron en señalar que con lo ocurrido en la Unión Americana estamos ante el inicio de un nuevo orden mundial.
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