Por: Redacción/

La dirigencia del PRD en la Ciudad de México urgió al Consejo Ciudadano y a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) implementar a la brevedad una campaña de prevención para evitar ser víctimas de extorsión, especialmente entre los adultos mayores de 60 años y mujeres y comerciantes.

Consideraron que si bien es positivo que la autoridad cuente con información sobre quienes son las principales víctimas de esta práctica, no basta con dar cifra o reconocer que los propios uniformados están cometiendo este tipo de ilícitos, es urgente emprender acciones en favor de la gente.

En ese sentido, la dirigencia colegiada del PRD solicitó endurecer las sanciones a los grupos que se dedican a extorsionar, pues se tiene conocimiento que a la fecha sólo en uno por ciento de quienes son denunciados son procesados, lo que abona a la impunidad que existe en la ciudad.

Recordaron que de acuerdo con información de la propia autoridad capitalina entre 15 y 21 por ciento de quienes son víctimas de extorsión son adultos mayores, quienes carecen de las herramientas necesarias para impedir sean engañados por la delincuencia.

Por ello creemos que es urgente implementar una campaña en los espacios donde ellos se reúnen, es decir grupos en centros comunitarios y sociales, hospitales y comunidades donde se concentran.

“Sabemos que muchas veces viven solos y carecen de acceso a la información, por eso la propuesta es llegar hasta donde se reúnen para que tengan información suficiente y oportuna a fin de que puedan colgar cuando los llaman por teléfono, comunicarse con sus familiares y puedan identificar cuando se trata de llamadas falsas”.

En el caso de las extorsiones que sufren comerciantes se debe contar con una estrategia que proteja al comercio formal pues cada que cierra un negocio se afecta a la economía de la ciudad, dijeron.

Las autoridades reconocieron que en el último año 224 personas fueron detenidas por el delito de extorsión, y de ellos nueve fueron policías, lo que demuestra la importancia se endurecer los controles de confianza que se realizan a los elementos de reciente ingreso, pero sobre todo a quienes ya tienen tiempo en la corporación.

“Nadie en esta ciudad puede sentirse seguro si además de protegerse de la delincuencia, no se puede confiar en los uniformados que están para protegernos”, agregaron.