Por: Redacción

Ante el resultado electoral del pasado 8 de noviembre en Estados Unidos, es urgente plantear una nueva agenda en política exterior que establezca un rechazo “absoluto” a la construcción de un muro; se oponga a la expulsión de mexicanos de ese país y objete la imposición de suprimir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sin consultar al gobierno de Canadá, indicó el diputado Jorge Álvarez Máynez (MC).

El legislador federal por Jalisco impulsa un exhorto para que la Cámara de Diputados solicite al titular del Ejecutivo federal relanzar su política exterior, la cual deberá incluir la oposición a las propuestas del Presidente electo del vecino país.

Consideró que México ha descuidado las relaciones con Estados Unidos, a tal grado que nuestra embajada en Washington, tras la renuncia del ahora ministro Eduardo Medina Mora, se quedó sin titular por cinco meses.

En medio de este vacío de representación, subrayó, surgió Donald Trump como candidato a la presidencia de Estados Unidos, quien comenzó a insultar a los migrantes mexicanos, calificándolos de narcotraficantes y violadores.

No obstante, comentó, la relación entre los dos países es particular y claramente intensa, ya que abarca un gran número de temas como migración, narcotráfico, comercio, inversiones, seguridad, medio ambiente, democracia, derechos humanos, energía y turismo, que hacen que la política exterior entre ambas naciones sea altamente compleja.

Sin embargo, ésta se ha tomado a la ligera, consideró Álvarez Maynez, por lo que se requiere una respuesta a la altura del desafío de una nueva coyuntura.

“Resulta urgente la formulación de una nueva agenda que agrupe las exigencias de todos los sectores sociales: diplomáticos en activo y retirados, académicos, estudiantes universitarios, empresarios, periodistas, sindicatos, grupos indígenas y los ciudadanos, en general”, acotó.

Pidió considerar las promesas y advertencias en campaña hechas por Trump que, al asumir el poder, tendrán consecuencias negativas para México y su población, situación que “se agrava ante la inexperiencia y debilidad en la conducción de la política exterior mexicana, sostuvo”.