Por: Redacción/
La declaración de emergencia por el cambio climático en la Ciudad de México donde los contaminantes y el mal uso de los recursos naturales han provocado un “colapso climático” que no se resolverá fácilmente, es una medida urgente, ya que la falta de acciones concretas pronostica mayores daños al subsuelo y, en consecuencia, una mayor crisis medioambiental, advirtió el ingeniero Miguel Valencia Mulkay, integrante de la Red Ecologista de la Cuenca de México.
Sequías prolongadas, olas de calor, huracanes, granizadas, muerte de corales, desaparición de aguas de glaciares y problemas alimentarios son algunas de las consecuencias graves de la alteración en el clima a nivel mundial y cada vez serán mayores, sostuvo el especialista en la mesa Cambio climático, realizada en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Datos científicos de los últimos 25 años “dejan claro que sufrimos una catástrofe climática –ligada a colapsos en la biodiversidad, el tejido social, la agricultura, la economía y las instituciones– y queda poco tiempo para corregirla, debido a que “enfrentamos un desquiciamiento”, casi como en Estados Unidos, donde incluso la contaminación es mayor.
El doctor Jesús David Gómez Díaz, ingeniero químico por la Universidad Autónoma Chapingo, explicó que los climas en los últimos años se han modificado mucho, por ejemplo, en las zonas desérticas se ampliaron, por lo que las lluvias son menos frecuentes pero más agudas y las olas de calor han aumentado exponencialmente, todo lo cual evidencia el daño provocado por la explotación de recursos naturales y el uso excesivo de la tecnología industrial.
“Los impactos dependen del tipo de naturaleza en que vivamos y en México tenemos sequías, huracanes y fenómenos de El niño, pero lo sorprendente es que están incrementando, tanto en frecuencia como en intensidad, de ahí que la preocupación sea la vulnerabilidad de la sociedad ante la incapacidad de los gobiernos para hacer frente a esos desastres naturales”, refirió.
En la apertura del foro Diálogo entre gobierno, sociedad civil y academia sobre el suelo de conservación de la Ciudad de México, la ingeniera Columba Jazmín López Gutiérrez, directora general de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, comentó que la participación igualitaria de la sociedad civil y los gobiernos es indispensable para el saneamiento del entorno.
En la capital del país hay más de cuatro mil hectáreas de suelo de conservación tomadas por asentamientos humanos irregulares; 64 por ciento del área productiva agrícola está perdida, y casi 20 por ciento de la zona forestal está quemada y fraccionada lista para la venta, lo que ha provocado que desaparezcan la fauna y la flora nativas, incluidos cientos de aves que visitaban la ciudad en su tránsito al sur o la pérdida de plantas y árboles.
La apuesta de la Comisión es restaurar el equilibrio ecológico a partir de un trabajo conjunto que no sólo mejore el suelo para devolverle su capacidad agrícola, sino que también recupere el tejido social, que mucho influye en el cuidado del medioambiente.
“Un suelo de conservación restaurado ecológicamente con el tejido social más sano y una producción agrícola que logre una venta a buen precio, así como detener el crecimiento de la mancha urbana son algunos de los objetivos”, puntualizó.
El doctor Fernando de León González, rector de la Unidad Xochimilco, señaló que “debemos pensar en soluciones para que no sólo seamos explotadores de los recursos que se encuentra en el subsuelo, sino también resolvamos”.
Los ponentes de la mesa coincidieron en que ante los graves problemas ambientales, sólo el trabajo conjunto traerá mejoras.
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