Por: Redacción
El coordinador parlamentario del Partido del Trabajo (PT) en el Senado de la República, Manuel Bartlett Díaz, urgió a que en el nuevo contexto de la geopolítica se realice una revisión a fondo de políticas fundamentales para el país, como la energética y de seguridad, a fin de impedir una entrega total de la riqueza nacional a los intereses de los Estados Unidos de América.
Durante la presentación del libro “Reforma energética: El poder duro y consensuado para imponerla”, Bartlett Díaz aseguró que Estados Unidos ha mantenido una presión constante para que México se militarice, a fin de garantizar la entrega de los recursos energéticos a las empresas extranjeras.
Tales afirmaciones, dijo, no parten de un discurso meramente político, sino que se fundamentan en estudios sociales y geopolíticos, lo cual obliga a que se abra un debate entre los académicos, los políticos y los ciudadanos en general.
Expuso que una prueba de que Petróleos Mexicanos (Pemex) desaparecerá es la información relativa a que ha iniciado un proceso para “rematar” todos los tanques de almacenamiento de las gasolinas, porque este mercado ya pertenece al extranjero.
En cuanto a seguridad, apuntó que la intención de que el Congreso regule la participación del Ejército y la Marina en el combate a la delincuencia es un paso para militarizar al país. Sostuvo que esto fue evidente en el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, durante la reunión del Consejo de Seguridad, el pasado martes.
Bartlett Díaz consideró que no es justificable regular la participación; y argumentó que no es justificable la participación del Ejército y Marina en labores de seguridad, “porque tras 10 años de la estancia de los militares en las calles, la inseguridad y violencia no han cesado”.
Insistió en que los trabajos académicos han demostrado que dar un estatuto para que el Ejército actúe contra la delincuencia, significa “la militarización del país y es una brutal amenaza contra cada uno de los ciudadanos”.
Nicolás Domínguez, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que en el libro de referencia explica con claridad los mecanismos legislativos que se pretenden establecer, a través de las reformas legales, para que sea irreversible la entrega de la riqueza energética a los intereses de empresas privadas, nacionales y extranjeras.
“Antes de la reforma energética, se vislumbraba que se perdería soberanía; y con este libro se explica la forma, en términos estrictos, de cómo se lleva una militarización para asegurar la expropiación o, si somos estrictos, una legalización de la mayor militarización del país”, sostuvo.
El libro, añadió, documenta mayores riesgos a futuro, como que los mexicanos pierdan además tierra, bosques y agua. “Se menciona una Mex-América, una balcanización del país, incluyendo una parte del Golfo de México”, puntualizó.
El doctor Alberto Montoya Martín del Campo, integrante del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales A.C., aseguró que los mexicanos en su conjunto deben buscar las bases para recuperar la soberanía nacional.
Tenemos ante nuestra decisión, como pueblo, como sociedad, dos opciones: “Continuar en esta involución de destrucción de un proyecto histórico de un Estado Nación; o mostrar la voluntad y capacidad de decisión política para cambiar las actuales estructuras del poder, que es un imperativo racional, ético, histórico y político”.
Apuntó que el camino del cambio es la política, por lo que es importante que se haga comprender cabalmente a la población cuál es la naturaleza del poder y cómo es posible emprender una estrategia para cambiar su actual modelo; y evitar que se entreguen las riquezas naturales de México, así como evitar la militarización del país que iría en contra del sistema democrático.
Rosío Vargas, coautora del libro, explicó que se debe hacer entender que en el actual momento geopolítico, Estados Unidos se encuentra en una lucha de poder con China, India, Arabia, de ahí que utilice la energía para reposicionarse internacionalmente.
La integrante del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, precisó que el poder financiero y tecnológico le permite a Estados Unidos mover los precios de los recursos energéticos en el mercado internacional.
Pero además, busca una independencia en la generación de energía, para superar a los países petroleros y competidores económicos.
Esto, concluyó, es parte del proyecto de América del Norte, donde se busca reposicionar a las empresas estadounidenses dentro del territorio mexicano, a fin de aumentar la oferta global de energéticos, y así poder controlar los hilos del mercado energético internacional.
No Comment