Por: Redacción/

Una visión en conjunto sobre la aplicación de la hidrología y la dinámica del planeta permitirá un desarrollo urbano de calidad y la promoción de la cultura y la seguridad del agua, expresa la doctora Saraí Velázquez Peña, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La académica del Departamento de Recursos de la Tierra de la Unidad Lerma apunta que en los últimos años el orbe ha manifestado cambios drásticos en sus procesos naturales, producto de las actividades humanas y algunos otros factores que han ocasionado el deterioro de la capa de ozono, el deshielo de los casquetes polares, la contaminación de suelos, aire y agua, así como el aumento de la temperatura global.

Cada año, fenómenos hidro-meteorológicos –tormentas tropicales, ciclones, huracanes y frentes fríos– afectan México en la forma de inundaciones y sequías que derivan en grandes pérdidas, económicas y humanas, por lo que es necesario crear estrategias de prevención.

Las inundaciones son producto de actividades de tipo antrópico, entre ellas la tala de árboles, la urbanización, el mal uso de suelo, el excesivo crecimiento demográfico y la falta de cultura en el control y manejo de residuos sólidos urbanos, precisó la investigadora en su artículo La hidrología y su importancia para el desarrollo urbano.

Aunque estos fenómenos no se pueden predecir es posible hacer análisis probabilísticos por medio de estudios hidrológicos, por ejemplo mediante la información de lluvia registrada a lo largo del tiempo en una región para estimar los periodos de retorno y su probabilidad.

Por ello reconoce la necesidad de establecer estrategias de prevención, control y manejo ante situaciones de riesgo provocadas por inundaciones para salvaguardar la integridad por medio del ejercicio de protocolos de seguridad.

“A partir de esta información es probable realizar simulaciones hidráulicas en los cuerpos de agua, principalmente, en cauces de ríos, apoyados con información topográfica que determine la posible superficie susceptible de inundación”.

Aunque la misión principal del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) es “salvaguardar en todo momento la vida, los bienes y la infraestructura de los mexicanos a través de la gestión continua de políticas públicas que reduzcan riesgos de desastres”, es necesario continuar en la tarea de investigación y promover una cultura de prevención.

Actualmente, dijo la académica, se están desarrollando trabajos de investigación científica para apoyar en la automatización de los procesos a fin de obtener datos hidrológicos e hidráulicos con ayuda de tecnología de punta: imágenes satelitales, sistemas de información geográfica, herramientas de dibujo asistido por computadora y softwares especializados en simulación hidrológica.

Esto requiere la formación de un equipo multidisciplinario de profesionales en las áreas de geografía, hidrología, geomática e informática, entre otras, que enriquezcan el estudio de inundaciones y sus aplicaciones en la construcción de puentes, la delimitación del derecho de vía en los ríos, la promoción de la administración y la obra urbana, así como en la prevención de desastres.

Velázquez Peña concluye que es de suma importancia promover una participación activa de la sociedad en la búsqueda de información y consulta para la toma de decisiones, así como la participación de sociedad y gobierno con miras a generar una cultura preventiva y agilizar los canales de comunicación en todos los niveles de la sociedad, propiciando así una mejor calidad de vida de los ciudadanos