Por: Redacción/ 

Se calcula que alrededor de 2200 migrantes y solicitantes de asilo, incluidos 700 niños, están atrapados en la ciudad fronteriza mexicana de Matamoros mientras esperan que sus casos de asilo se abran camino a través del sistema judicial estadounidense.

Las condiciones para los niños y sus familias, muchas de las cuales han estado esperando en la frontera durante semanas o meses, son difíciles debido a la inseguridad y el acceso limitado a los servicios básicos.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha instado a las instituciones mexicanas a aplicar el Protocolo para la Protección de los Niños Migrantes, desarrollado por el Gobierno.

Este Protocolo establece las actuaciones que las instituciones mexicanas deben proporcionar para garantizar que se cumplan los derechos de un niño migrante cuando ingresa al territorio.

“Es importante que el Gobierno de México aplique el Protocolo para la Protección de los Niños Migrantes lo antes posible”, dijo Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de UNICEF México.

Esta agencia de la ONU monitorea la situación de los niños, niñas y adolescentes migrantes en Matamoros, e intenta asegurar que estén protegidos desde su lugar de origen, durante el tránsito y hacia su destino final.

UNICEF brinda su apoyo

“Tenemos que actuar ahora porque los niños no pueden esperar”, declara Arifin-Cabo.

Ese es el caso de Manny, un niño hondureño de cinco años, que lleva “demasiado tiempo” en Matamoros y que ni tan siquiera tiene un lugar protegido para jugar.

“Hay incertidumbre sobre lo que va a pasar con estos niños y adolescentes. La inestabilidad afecta su bienestar y tiene consecuencias para su supervivencia y desarrollo. La ansiedad de los niños pequeños es evidente cuando están lejos de sus padres, incluso cuando es solo por un momento”, dijo Arifin-Cabo.

La oficina mexicana de UNICEF está dando respuesta a la situación humanitaria de los niños y sus familias en Matamoros. Esa respuesta incluye:

crear espacios para que puedan estar los niños y darles un apoyo psicosocial

facilitar el desarrollo de la primera infancia

coordinar el establecimiento y mantenimiento de servicios de agua, saneamiento e higiene

trabajar con la comunidad para proteger a los niños migrantes y mantener unidas a las familias