Por: Redacción/
Uno de cada tres niños venezolanos necesita ayuda humanitaria, según las últimas estimaciones de UNICEF que está reforzando sus operaciones en el país.
Son 3,2 millones de niños que requieren urgentemente comida, medicinas y educación porque el impacto “de la devastadora crisis económica y política” hace que no tengan acceso a los servicios básicos y se hayan revertido décadas de progresos en el país.
Según estimaciones de las Naciones Unidas:
La mortalidad infantil aumentó en un 50% entre 2014 y 2017, pasando de 14 por cada 1000 nacidos a 31 por cada 1000 nacidos vivos.
Desde principios de año se han registrado 190 casos sospechosos de difteria y 558 casos sospechosos de sarampión.
Unos 750.000 niños y adolescentes se han quedado sin escolarizar entre 2013 y 2017.
El portavoz de la agencia en Ginebra, Christophe Boulierac, explicó que no puede ofrecer datos más actualizados porque tienen muchas dificultades para acceder a información oficial.
La directora de comunicación de UNICEF, Paloma Escudero, acaba de regresar de Caracas. “La gente con la que hablé describió un cuadro muy sombrío de la situación de la salud en el país”, dijo Escudero. “Muchos médicos y enfermeras han abandonado el país. Los centros médicos están funcionando al mínimo de su capacidad debido a la escasez de medicamentos. La falta de piezas de repuesto ha paralizado las unidades móviles de salud y las ambulancias. Las mujeres embarazadas, muchas de las cuales son demasiado jóvenes y están anémicas, tienen grandes dificultades para obtener la atención que necesitan. Con el empeoramiento de la escasez de combustible, a veces ni siquiera pueden llegar a los centros de salud. Las mujeres que están a punto de dar a luz necesitan llevar sus propios suministros obstétricos cuando llegan al hospital. Para un país que ha logrado grandes progresos durante décadas en la calidad de su atención médica, esta situación es dramática”.
Desde que empezó el año, UNICEF ha organizado la entrada de 55 toneladas de ayuda, principalmente de suministros médicos que se han distribuido en 25 hospitales del país de los estados más afectados: Caracas, Miranda, Zulia, Bolívar y Táchira. Sin embargo, desde la agencia aseguran que no es suficiente.
“No estamos ni rascando la superficie”, dijo Escudero. “Millones de niños necesitan recibir vacunas, ir a la escuela, beber agua potable y sentirse protegidos. Tenemos planes para poder aumentar nuestra respuesta, pero necesitamos más fondos”.
En el último año, UNICEF ha repartido 200 toneladas de ayuda, colaborando “con aliados de ambos lados del espectro político”:
Acceso a agua potable para más de 400.000 personas.
Suplementos alimentarios para casi 75.000 niños menores de 5 años y tratamiento ambulatorio para la desnutrición aguda para otros 3500.
Tratamientos antiparasitarios para 4,3 millones de niños y mujeres embarazadas y lactantes.
Casi 9 millones de dosis de la vacuna contra la difteria, 176.000 dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y 260.000 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla durante una campaña nacional de inmunización.
Más de 260 equipos educativos para 150.000 niños que cursan estudios en las escuelas públicas.
Apoyo psicosocial para casi 10.000 niños y jóvenes.
Hasta el momento UNICEF ha solicitado 32 millones de dólares, de los que ha recibido 22,6 millones. Todas las agencias de la ONU que trabajan en el país necesitan 123,5 millones, de los que se ha obtenido aproximadamente la mitad.
Los venezolanos siguen abandonando el país
Ante esta situación, el número de venezolanos que han abandonado su país ha alcanzado ya los cuatro millones según las agencias de la ONU para los refugiados y migrantes.
Los venezolanos son ya uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo.
ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones aseguran que “el ritmo de la salida de Venezuela ha sido asombroso”. En los siete meses desde noviembre de 2018, el número de refugiados y migrantes aumentó en un millón.
El principal país de destino es Colombia, con 1,3 millones de venezolanos, seguido por Perú, donde viven 768.000. “Estas cifras alarmantes resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores”, dijo Eduardo Stein, Representante Especial conjunto de ACNUR y OIM. “Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda internacional”.
Para llamar la atención sobre la dimensión del reto, la actriz Angelina Jolie, que es enviada especial de ACNUR, visita este viernes la frontera entre Colombia y Venezuela.
Los gobiernos de la región están coordinando su respuesta ante la llegada masiva de venezolanos. El pasado mes de diciembre se lanzó un Plan de Respuesta Regional Humanitario para Refugiados y Migrantes, dirigido a 2,2 millones de venezolanos y 580.000 personas en comunidades de acogida en 16 países. Hasta ahora, el plan está financiado solo en un 21 por ciento.
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