Por: Redacción/
Enrique Ruiz Velasco Sánchez, académico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, desarrolló un sistema que permite generar programas para controlar robots pedagógicos, vía remota, desde cualquier punto geográfico.
Se trata de la aplicación para teléfono móvil Sistema de Generación de Movimientos por Telecontrol a través de Frecuencias (ROMPI), con el que en 2014 logró imponer un récord Guinness. Recientemente, la aplicación es parte de un curso de robótica pedagógica en línea que ofrece la UNAM a través de la plataforma de educación virtual Coursera, y cuenta con 115 mil personas inscritas a nivel global.
ROMPI es una aplicación gratuita para dispositivos móviles que permite la creación, edición, compilación y ejecución de programas escritos en lenguaje de programación. Con tres instrucciones, enseña a los usuarios a llegar a su objetivo, resaltó.
En 2014 Velasco Sánchez trabajó con dos mil niños a la vez –250 con capacidades diferentes–, mil en Puebla y otros tantos en la Ciudad de México, quienes lograron mover mil 867 robots al mismo tiempo en las dos ciudades, mediante un único teléfono celular.
En cuanto al curso de robótica pedagógica que ofrece la UNAM, indicó que cualquier persona interesada puede participar, pues no se requieren conocimientos previos, basta con tener un teléfono celular”.
La creación tecnológica del universitario, matemático de origen, es resultado de 30 años de trabajo en el campo de la robótica pedagógica, y con ésta busca vincular a los estudiantes con conceptos de las ciencias, por medio de un enfoque lúdico y atractivo, para iniciarlos desde edades tempranas en el estudio de las ciencias, en general, y de la tecnología, en particular.
El experto en inteligencia artificial en educación subrayó que con ROMPI se puede descargar software o aplicaciones que permitan a niños y adultos crear sus propios robots pedagógicos con materiales de reciclaje, “dar forma a pequeñas máquinas autómatas y controlarlas desde la distancia mediante los tonos de un teléfono celular de bajo costo, o un teléfono fijo”.
Esta aplicación ya cuenta con patente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, y está dirigida principalmente a los infantes, “porque debemos involucrarlos desde pequeños”.
Interesado en que desarrollen pensamiento computacional y aprendan programación informática por ser una de las habilidades del siglo XXI, el experto comentó que lo que asimilen en el proceso de construcción de un robot es importante, pues además asimilan conocimientos de mecánica, electricidad y electrónica. “ROMPI les permite crear sus propios robots con materiales de reúso y controlarlos a distancia”.
Ruiz Velasco, quien ha impartido este tipo de cursos en la Casita de las Ciencias de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, resaltó que cuando los pequeños trabajan con engranes, sensores y demás elementos que miden, manipulan y pegan, perciben su capacidad y aprenden a trabajar en equipo. Con este software podrán construir casas de fantasmas, cucarachas robóticas o lo que se les ocurra, basta con despertar su interés e imaginación.
“No buscamos hacer una robótica bélica, sino aquella que despierte el interés por la ciencia, que los incentive a ser mejores seres humanos e integrar la tecnología a su vida cotidiana”, concluyó.
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