Por: Redacción/
La salud es un estado de bienestar y equilibrio físico y mental que nos permite realizar nuestras actividades normalmente y llevar una vida en buenas condiciones. En este ámbito con frecuencia se excluye la salud mental, “que es muy importante, sobre todo en la actualidad, que vivimos una etapa con muchos problemas de depresión y ansiedad”.
Adolfo René Méndez Cruz, jefe de la carrera de Médico Cirujano en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, indicó que en nuestra sociedad prevalecen estados de angustia y ansiedad que impiden actuar y desarrollar nuestras labores correctamente.
Este 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, que recuerda que en esta fecha, pero de 1948, se fundó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este año, el lema es “Salud universal para todos y todas, en todas partes”, una meta aún muy lejos de ser alcanzada.
En México, por ejemplo, hay grandes diferencias entre la esperanza de vida que hay en el centro y norte del país, con la del sur: en Nuevo León y la Ciudad de México, por ejemplo, es de 76 años; y en Chiapas, Oaxaca y Guerrero, de 73.
Salud universal
“La OMS ha realizado una labor impresionante. Gracias a las modificaciones en los sistemas de salud de muchos países, ha mejorado la esperanza de vida de la población en un promedio de 23 años, desde 1948”, resaltó Méndez Cruz.
Sin embargo, “la salud universal es un reto pendiente y un ideal que no se ha logrado”, dijo.
De acuerdo con el organismo internacional, salud universal significa que todas las personas tengan acceso, sin discriminación, a los servicios de salud integrales de calidad.
Esto requiere la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial, para abordar las determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para promoverla.
En cuanto a las enfermedades mentales, destacó que si no son consideradas, no son atendidas. “Muchas personas están aparentemente sanas físicamente, pero con trastornos emocionales”.
Desde hace años, en la FES Iztacala se han preocupado por sus jóvenes y aplican exámenes médicos, biológicos y psicológicos. Desde 2009, realizan a los alumnos de nuevo ingreso pruebas antropométricas y análisis de sangre para detectar, por ejemplo, alteraciones en glucosa.
“Algo fundamental es hacer caso de estos padecimientos y atenderse de forma inmediata para evitar caer en desequilibrios que dañen la salud en el largo plazo”, concluyó.
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