Por: Redacción/
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es la institución a la que más registros de patentes otorga el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
En 2018 esta casa de estudios obtuvo 44, la cifra más alta en toda nuestra historia, afirmó el secretario general de esta casa de estudios, Leonardo Lomelí Vanegas, quien en representación del rector Enrique Graue, y acompañado del director del IMPI, Juan Alfredo Lozano, encabezó la ceremonia de premiación del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI 2019).
Allí, el coordinador de Innovación y Desarrollo, Juan Manuel Romero Ortega, informó que por segundo año consecutivo la Universidad Nacional tiene la cifra más alta en patentes otorgadas. En 2017 obtuvo 43.
“En estos dos años las cifras también fueron las más altas entre las instituciones de educación y centros de investigación en México”, subrayó.
En el auditorio José Luis Sánchez Bribiesca de la Torre de Ingeniería, Lomelí dio lectura a un mensaje del rector Graue, en el que subrayó: “si queremos alcanzar un mayor progreso y equidad social, debemos continuar indeclinablemente por la ciencia, la tecnología y la investigación”.
Urgió a avanzar en esta dirección, pues el Índice Global de Innovación 2018 ubica a México en el lugar 56 de 126 países, por debajo de naciones como Costa Rica, Chile y España.
“Todo esfuerzo que hagamos, sin dejar de lado nuestras funciones sustantivas, para consolidar los puentes entre ciencia-tecnología-innovación, con el patentamiento y la vinculación con el sector productivo, es trabajar por México y para mejorar su futuro”.
A la convocatoria 2019 del PROFOPI –que reconoce los trabajos de investigación más promisorios y que culminan en solicitudes de patentes– se inscribieron 55 investigaciones y cinco fueron galardonadas. Abarcan desde las áreas de las industrias química y aeroespacial hasta robótica e ingeniería ambiental.
En la ceremonia, Juan Alfredo Lozano aseveró que la UNAM es el centro académico más importante del país y al que el IMPI otorga más registros de patentes. “Son modelos de innovación y patentamiento que ponen en alto el nombre de México y permiten abrigar la esperanza en el conocimiento, la ciencia y la tecnología que generan desarrollo, beneficios sociales para la población y económicos para el país”.
De 2012 a 2018, explicó, se registraron entre 20 mil y 21 mil solicitudes de patentes al año en el IMPI. Sin embargo, han disminuido de 12 mil a nueve mil las patentes otorgadas, por lo que la institución revisa su marco normativo y busca dar mayor acompañamiento a los inventores, así como el uso de tecnologías en su beneficio.
Se entregaron reconocimientos a los investigadores Jorge Alfredo Ferrer Pérez, de la Facultad de Ingeniería; Maricarmen Quirasco Baruch, de la Facultad de Química, así como a Enrique Márquez Ángeles, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas. También se galardonó a María Leticia Arena Ortiz, de la Facultad de Ciencias, e Irving Rendón Salgado, del Instituto de Ingeniería.
A nombre de los investigadores galardonados, Jorge Alfredo Ferrer Pérez, quien obtuvo el primer lugar con el proyecto Propulsor de efecto Hall para vehículos espaciales, expuso que éste servirá para mover un satélite de un lugar a otro, y es “el primer esfuerzo de desarrollar tecnología de propulsión propia con talento nacional para fortalecer la soberanía de México en el sector espacial”.
El patentamiento de esta clase de iniciativas, prosiguió, es de gran importancia para proteger el conocimiento local y aportar soluciones originales a problemas tecnológicos con gran valor agregado. El propulsor es muestra del interés de la Facultad de Ingeniería por apoyar el área aeroespacial que se encuentra en crecimiento acelerado en México.
En su oportunidad, Sergio Ampudia Mello, vicepresidente en Derecho Energético y Sustentabilidad de la Comisión Jurídica de la Confederación de Cámaras Industriales, destacó la importancia de la vinculación entre la universidad y la industria para impulsar la innovación, y que el gobierno participe de esta alianza, pues es el agente de cambio que genera políticas y da seguridad a las invenciones.
Estuvieron también el coordinador de Humanidades, Alberto Vital Díaz; la tesorera de la Universidad, Guadalupe Mateos; la coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Julia Tagüeña; y el investigador emérito del Instituto de Investigaciones Biomédicas y creador del PROFOPI, Jaime Martuscelli, así como directores de diferentes entidades académicas, entre otros.
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