Por: Redacción/
El maestro Rodolfo Rivera, director del Ballet Folklórico de Tamaulipas, se denomina “un mexicano orgulloso y engrandecido por su cultura”. Sus primeros pasos en la danza folclórica fueron a los cinco años, cuando asegura haber encontrado “a su gran amor”: el huapango.
“En ese momento fue cuando entendí que la vida me otorgaba una gran oportunidad, porque el hecho de conocer nuestra cultura y adentrarme a ella a lo largo de mi vida le dio el valor agregado”, destaca en entrevista.
Su temprana incursión en la danza le abrió las puertas de escenarios nacionales e internacionales, lugares donde mostró sus habilidades dancísticas y su pasión por el folclor, las cuales fueron premiadas en concursos nacionales infantiles.
Sin experiencia en la dirección de un grupo, pero con muchos concursos ganados por interpretación, se aventuró a formar en 1984, a la edad de 14 años, lo que ahora se conoce como Ballet Folklórico de Tamaulipas, conformado por ocho parejas.
A 36 años de haber zarpado, Rodolfo Rivera refrenda que continúan “con la travesía abordo de este mágico buque, en donde ahora nos transporta a una danza llena de costumbres y tradiciones”.
Rodolfo Rivera es Ingeniero Civil egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y con maestría en Desarrollo Organizacional por parte de la Universidad de Monterrey. A pesar de su preparación profesional, nunca se separó de la danza; al contrario, sus estudios y trabajo formal en el Hospital Regional de Pemex le han ayudado para solventar varios gastos de la agrupación, ya que trabaja la mayor parte de los proyectos de manera independiente.
“Siempre tuve el firme deseo de fundar una agrupación en donde más allá de bailar, fuera una fuente de inspiración para la sociedad. Un grupo en donde se enaltecen los valores, donde el respecto, la igualdad, la fortaleza y la sencillez son los elementos que les abrirán las puertas y su calidad artística será la herramienta que los hará permanecer”.
De aquel año a la fecha, realizaron temporadas a través de la Coordinación Nacional de Danza, viajaron a diferentes estados de la República mexicana y recorrieron diez países; siempre mostrando la riqueza cultural de nuestra tierra, dándole una prioridad y relevancia al huapango, principalmente al huapango tamaulipeco.
Con esa sinergia y al ser el vehículo principal de crecimiento folclórico en el estado, actualmente cuentan con la formación inicial de un Ballet Folclórico Infantil compuesto por 56 niños, un Ballet Folclórico de adultos mayores de 12 parejas, y un Ballet Folclórico de personas con capacidades diferentes; además del Ballet Folklórico de Tamaulipas que se conforma por 16 parejas, más músicos de mariachi y norteños.
El directivo resalta también ser una colectividad impulsora de foros de expresión para acercar la cultura a Tamaulipas a través de la creación de la Muestra Internacional del Folklore “Cálida tierra de mar”, así como la creación del Festival Infantil “Así bailamos los niños”, ambos en su octava edición.
En esta construcción de una agrupación de valores, actualmente el ballet trabaja en campañas para donar juguetes a niños de escasos recursos, prepara comidas para llevar a los familiares de las personas que están hospitalizadas y colabora en campañas de limpieza en la playa Miramar, “se trabaja sin fines de lucro porque queremos aportar algo a la sociedad e ir creando esa cadena de ayuda en alianza”.
El sueño se ha logrado a base de tener claros los objetivos, subraya el danzante, porque son una empresa cultural que ha aportado, porque saben quiénes son, qué quieren, y por ello conocen dónde llegar.
“Por amor a la danza queremos construir un mundo diferente, un mundo mejor en donde el arte sea el protagonista”.
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