Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/
Hoy ya no presentaremos la desalentadora tabla que indica los países con mayores contagios y muertes en el mundo, porque ha surgido una esperanzadora noticia que podría poner fin a la pandemia. Y es que la vacuna contra el Covid-19 está por salir y dar por terminada la pesadilla. Y México será uno de los primeros países beneficiados.
Después de cinco meses de haberse declarado la pandemia en el mundo, por fin se ha anunciado que se tiene ya la vacuna contra el Covid-19, gracias a una alianza estratégica entre los laboratorios Astra Zeneca y la Universidad de Oxford, aunque todavía se encuentra en fase de pruebas. En este proyecto participan Argentina y México, gracias a un acuerdo firmado por la fundación de Carlos Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas, que estarían disponibles en el primer semestre del 2021.
El financiamiento de la fundación del empresario mexicano ha sido crucial y cabe destacar que de ser así, las vacunas cubrirían poco más de la población total de México y Argentina, así como a parte de América Latina, por lo que la cobertura estaría considerada como parte del cuadro básico, como lo son las vacunas contra el tétano, difteria, tosferina, sarampión, hepatitis o influenza.
La vacuna tendría un precio de entre 3 y 4 dólares. Argentina se encargará de producir la sustancia activa, en tanto que México se ocupará de envasarla y completar el proceso de producción. En Argentina el encargado será el laboratorio mAbxience, del grupo Insud y en México el laboratorio Liomont será el encargado de la segunda fase. Y cabe destacar que esta apuesta es arriesgada, ya que la vacuna aún está en fase experimental y de no ser aprobada, se perderá toda la inversión. Una verdadera apuesta, arriesgada, audaz y que sólo un empresario de esta talla podría haberse atrevido a hacer. Por el bien de todos, que todo salga como lo han planeado.
Sin embargo, la Universidad de Oxford no es la única alternativa, puesto que se tienen contemplados otros proveedores potenciales como la farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech, la norteamericana Moderna y otras tres farmacéuticas chinas, que también están en una fase avanzada de experimentación.
Los países que han estado a la cabeza de estas investigaciones son China, Estados Unidos y Reino Unido, aunque tenemos que decir que irónicamente Estados Unidos es ahora el país con más contagios en el mundo, sumando hasta ahora 5´414,870 contagiados y 773,649 muertes; en tanto que Reino Unido, con 318,484 contagiados y 41,366 muertes, tiene uno de los índices más altos de letalidad, 12.98% de mortalidad; poco menos que Italia, con 13.94%; y Francia, que con 13.91% registra la mortalidad más alta.
Gracias a las intensas investigaciones sobre el Covid-19, los científicos han podido determinar que este virus es 80% idéntico al Síndrome Agudo Respiratorio Severo ( SARS), que del 2002 al 2003 infectó en Asia a 8,000 personas y mató a 800.
Los virus identificados como coronavirus son de una familia de la cual cientos de ellos se encuentran en animales como cerdos, camellos, murciélagos y gatos. El SARS-CoV-2 causante del Covid-19 es sólo el séptimo coronavirus que se cree que escaló de un animal al ser humano y éste animal muy probablemente sea un murciélago, ya que hay muchos virus similares encontrados en este animal, uno en especial, que tiene una semejanza del 96% con el Covid-19, por lo que es posible que ese coronavirus haya mutado. Igualmente se encontraron notables similitudes con el pangolín, un mamífero muy traficado en Asia, en donde el virus podría haber mutado al encontrar otras proteínas adicionales.
Por su parte Rusia ya anunció que cuenta con la vacuna contra el virus, sin embargo la OMS anunció que hay que tener cautela, ya que la seguridad debe tener prioridad, puesto que debe atenderse a los procesos de precalificación y revisión que marca el organismo, puesto que dichos protocolos tienen como prioridad el cuidado y preservación de la salud humana y ha señalado su extrañeza ya que la vacuna presentada por Rusia no figuraba entre las seis investigaciones más avanzadas, entre las que destacan las desarrolladas en China, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Y no es para menos, puesto que al día de hoy ya suman 21´593,607 infectados en todo el mundo, con 773,649 defunciones. Esperemos que pronto estas lamentables cifras se detengan.
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