Por: Arnulfo Huerta

No cabe duda que los alumnos nos pueden sorprender en cualquier momento, pues cada uno es único e irrepetible, con sus distintas formas de pensar, de actuar y de reaccionar; en ocasiones pensamos que responderán de tal o cual forma pero realizan algo inesperado y eso nos enseña cada día que los chicos tienen una capacidad impresionante de reinventarse a cada instante en la búsqueda de ser mejores.

Joe logró sorprender a sus compañeros y aun a mí después de vivir una experiencia un tanto original, pues es un chico nada tímido, arriesgado y en ocasiones pícaro.

Todo comenzó por una visita a un museo organizada por el colegio, durante el recorrido alguien se le acercó comentándole que Yuli estaba muy interesada en él y claro que esto inmediatamente elevó su ego y decidió comprobarlo, así que sin dudarlo fue a hablar con la chica probando que efectivamente era del agrado de ésta.

Como todo un galán comenzó su cortejo de conquista consiguiendo el noviazgo casi inmediatamente, pues al gustarse uno y otro no hubo impedimento alguno para comenzar con lo que sería una muy corta relación. Como toda buena pareja oficial era obligación intercambiar números telefónicos y obviamente mensajes vía WhatsApp, pero como éstas nuevas tecnologías suelen ser peligrosas en manos de los jóvenes la situación se tornó más allá de lo romántico.

Seguramente estarán pensando que Joe le hizo comentarios candentes a Yuli y que hasta propuestas indecorosas salieron de él… pero no fue así, sino todo lo contrario; fue Yuli la que llevó más allá las charlas, la que mudó una plática romántica en una candente, la que propuso algunas situaciones censurables a Joe; cualquiera pensará que él acepto inmediatamente y sin pensarlo… pero nuevamente no, al contrario rechazó toda idea de realizar cosas que atentaran contra la imagen que él tenía de Yuli. Es decir, se portó como todo un caballero.

¿Pero qué quiere decir “ser un caballero”? La Real Academia de la Lengua Española dice (entre otros significados) que un caballero es un hombre que se comporta con distinción, nobleza y generosidad; así se comportó Joe con suficiente distinción para desechar la imagen que se tiene de los chicos de su edad, para mostrar que se puede lograr que las neuronas dominen a las hormonas, que también se puede ser romántico sin querer tener ventaja de eso, que se puede respetar a las chicas y ser respetado de la misma forma.

Se comportó con distinción pues haciendo nuevamente uso de la Real academia de la Lengua, se define este concepto como la elevación sobre lo vulgar especialmente en elegancia y buenas maneras. Joe mostró buenas maneras dejando de lado el final vulgar común en estos juegos, mostró elegancia al no permitir que Yuli continuara con algo que no le vendría bien, además la cuidó para que no hiciera nada de lo que después pudiera arrepentirse.

Mostró nobleza y generosidad pues pudo aprovecharse de la situación haciendo lo que sus compañeros esperaban que hiciera, evidenciando a la chica y permitiendo que se divirtieran a sus costillas consiguiendo su respeto (el cual sería mal ganado); más al contrario no buscó quedar bien con nadie más que con él mismo.

Aun ahora guarda silencio ante los rumores y defiende a la chica negando cualquier cosa que la haga sentirse mal.

Fue todo un hombre, pues como dijo José Martí: “El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.” El muchacho mostró que aun siendo tan pequeño se puede saber cuál es su deber como hombre, como compañero, como amigo, como persona y en verdad que dio el ejemplo pues sus compañeros se mostraron sorprendidos pero no con decepción sino con admiración.

En una sociedad donde los jóvenes suelen ser etiquetados de formas inadecuadas es necesario notar que aún podemos encontrar chicos con valores y principios, muchachos que entienden que las mujeres merecen todo nuestro respeto y admiración, chicos que piensan antes de actuar y que además responden siempre por sus actos. Debo decir que Joe no es un caso aislado pues muchos son los que piensan como él, los cuales han identificado la necesidad de ser mejores y como alguna vez se dijo en una campaña televisiva “los buenos somos más”.

Hagamos virales este tipo de actitudes y no la de los patanes que piden fotos a las chicas para después compartirlas, hagamos virales la buenas virtudes y no las que manchan y denigran a la sociedad, hagamos virales los buenos principios y no las actitudes que ensucian la integridad de las personas, hagamos notar al mundo que se puede ser mejor.