Por: Redacción/
Durante los años 2002 al 2015, menos de tres de cada diez hogares en 17 países de América Latina alcanzaron los niveles mínimos conjuntos de inclusión social y laboral, de acuerdo a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Así lo destaca el informe Brechas, ejes y desafíos en el vínculo entre lo social y lo productivo, que será presentado mañana en Montevideo en el marco de la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe.
La CEPAL entiende por inclusión social y laboral conjunta el acceso universal a la educación, la salud y la protección social e infraestructura básica, por un lado y, por el otro, el acceso al empleo de calidad, remunerado en condiciones dignas y con acceso a derechos.
El estudio destaca que más de 56 millones de hogares alcanzaron los niveles mínimos de doble inclusión en 2015 pero que casi 40 millones se encuentran en condiciones de doble exclusión durante el mismo año.
Entre los principales obstáculos para obtener los mínimos simultáneos de inclusión social y laboral el informe destaca las desigualdades económicas, de género, étnicas, territoriales y de edad.
La población rural, indígena y afrodescendiente son los principales afectados en la consecución de esta doble inclusión debido a los bajos niveles educativos, la falta de protección en el trabajo o la ausencia de acceso a infraestructura básica.
El estudio advierte sobre las necesidades de adaptación y anticipación que han de llevar a cabo gobiernos, el sector privado y los sindicatos ante las drásticas transformaciones generadas por los rápidos cambios tecnológicos en el sector del trabajo, los desafíos climáticos y fenómenos como la migración o el envejecimiento de la población.
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