Por: Redacción
Al inaugurar el foro “Prevención de la Trata de Personas”, la diputada Julieta Fernández Márquez (PRI) sostuvo que el traslado de seres humanos de un lugar a otro con fines de explotación sexual o laboral, tiene que detenerse porque es un delito de “lesa humanidad”.
Resaltó que se viven entornos de violencia económica, cultural y física en contra de las mujeres y la niñez, así como hacia las instituciones que imparten justicia, por lo que “las condiciones están dadas para un crecimiento exponencial del delito de trata de personas”.
Como presidenta de la Comisión Especial contra la Trata de Personas, afirmó que esta “industria de horror” ha capturado más de 2.5 millones de personas a nivel mundial y la mitad son menores de 18 años y muchos son niñas y niños. La mayoría, el 98 por ciento, son mujeres.
Enfatizó que todos somos vulnerables ante estos delitos. La pobreza, la violencia familiar, la cultura machista, la desigualdad de género y otras, son el terreno perfecto y proporcionan las condiciones ideales para que los agentes de la trata capitalicen el desasosiego y conviertan cada cuerpo y dignidad en un negocio altamente redituable en México y en el mundo.
Los valores culturales y la familia, dijo la diputada, son nuestra fortaleza, pero prácticas como el “machismo y otros usos y costumbres conforman a estos seres vulnerables”.
Estimó urgente conservar y preservar a quienes alguna vez soñaron con una historia de plenitud y desarrollo, antes de que sean convertidos en mercancías por delincuentes sin escrúpulos.
Más allá del trabajo realizado por los organismos internacionales, la administración de la justicia es un enorme reto. México es un caso emblemático del flagelo y es urgente aplicar una ley que verdaderamente llegue al origen del problema y contemple las situaciones que viven las víctimas, subrayó.
Precisó que las leyes no son papel muerto y acumulado en archivos, sino lineamientos de protección a la ciudadanía, a la niñez y las mujeres. Consideró que se requiere apostar por normas acordes a la magnitud del problema y su complejidad, que prevengan, contengan, castiguen y generen redes de apoyo entre autoridades y sociedad. La solución de raíz debe comprometer a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para garantizar la protección de los más vulnerables en México.
El coordinador del grupo parlamentario del PRI, diputado César Camacho, afirmó que junto con el tráfico de armas y el narcotráfico, la trata de personas constituye un crimen de “lesa humanidad” que, lejos de ser erradicado, parece, por acción u omisión, ser fomentado.
Respecto al delito de trata de personas, comentó que “no hay nada que indigne más a una persona que le impidan desarrollarse libremente, que decidan por ella y que las conviertan en una cosa”.
“No obstante que nos hemos esforzado por darnos una legislación moderna, garantista y eficaz, el tema ha conducido a una frecuente revisión del marco normativo porque frente a la creatividad de los legisladores para cerrar puertas, parece que algunos bribones inteligentes encuentran ventanas o cualquier resquicio para meterse por allí y evadir la acción de la justicia”, dijo el diputado.
Por ello, agregó, existe el compromiso de darle al Estado mexicano una legislación adecuada, jurídicamente sólida y eficaz para que los operadores de la justicia penal puedan hacer que en este crimen abominable, quien la hace la debe pagar.
Pidió hacer un compromiso con este tema tan delicado, importante y actual de construir una propuesta inteligente, sensata, pero, al mismo tiempo, eficaz.
El secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara, sostuvo que la trata es una cadena de delitos que vulnera los derechos humanos, se apropia de la vida de sus víctimas y el daño es durante mucho tiempo. “Las huellas que dejan son perdurables en las personas y lastiman a lo largo del tiempo su dignidad, sus emociones y sentimientos”.
Consideró que prevenir y evitar este delito es un salvamento y una obligación fundamental de los Estados que deben, por encima de todo, proteger la vida, dignidad, integridad, libertad y salud emocional de todas las personas.
Refirió que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidades, un pederasta puede investigar e instigar simultáneamente hasta 200 menores. En tanto, la Asociación Mexicana de Internet estima que uno de cada siete adolescentes ha recibido ofertas sexuales por este medio. Save the Children México, por su lado, afirma que un acosador que haya iniciado contacto virtual con un menor de edad puede hacer que en unos minutos el adolescente acepte fotografiarse sin ropa.
Se pronunció por avanzar en materias de prevención, tipificando conductas que constituyan un agravio y que, a la vez, pueden ser el principio de un infierno para miles de niñas, niños y jóvenes, como el llamado grooming. “Al mismo tiempo, de seguir impulsando la prevención en el mundo real, hay que aprender a desarrollarla en el mundo virtual, que es ahí donde principalmente los menores están en mayor riesgo”, puntualizó.
El Quinto Visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Edgar Corzo Sosa, señaló que la trata de personas tiene múltiples modalidades y eso la hace muy compleja de identificar y sancionar, pero también de prevenir.
Precisó que desde la CNDH se pugna por que a la trata de personas se le combata desde una perspectiva de derechos humanos, que implica una visión preventiva y no sólo represiva. Estimó que se tienen que advertir los factores estructurales que permiten que la trata de personas entre a las comunidades, así como las formas en las que los tratantes enganchan a sus víctimas.
“Prevenir la trata de personas significa atacar de frente la desigualdad que se ha mantenido de manera sistemática y generacional en el país; mientras no exista igualdad en el acceso a las oportunidades, no habrá combate que haga frente a un delito que tiene muchas caras y pocos frentes”, señaló.
La secretaria técnica de la Comisión Intersecretarial de Trata de Personas, de la Secretaría de Gobernación, América Nava Trujillo, subrayó que este delito se ha intensificado y pareciera que hasta se está perfeccionando.
Se presenta en diversas modalidades como trabajos forzados, obligación a la mendicidad, explotación sexual, extracción de órganos, utilización de menores de 18 años para actos delictivos, la adopción ilegal, matrimonio forzado y hasta la experimentación biomédica, indicó.
Resaltó que el tratante puede ser cualquier persona sin característica particular alguna, como el mismo padre, madre, pareja sentimental y un familiar.
Expresó su anhelo por que se logre una reforma de una ley que vaya más allá, ya que este fenómeno “se está robusteciendo”.
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