Por: Redacción/

La transparencia y el acceso a la información son herramientas que contribuyena inhibir actos de corrupción; sin embargo, es necesario que las autoridades competentes impongan las sanciones correspondientes para garantizar un combate efectivo de este delito, planteó Oscar Guerra Ford, Comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales (INAI).

“Los Institutos de Transparencia no son directamente los que pueden combatir la corrupción, no tenemos policías, ni Ministerios Públicos, ni todo este tipo de instrumentos, pero somos un factor que puede inhibir los actos de corrupción”, apuntó Guerra Ford.

Durante el “Foro en Anticorrupción y Transparencia Nuevo León 2019”, Guerra Ford enfatizó que el acceso a la información es un derecho constitucional que permite a la población conocer la manera en que se ejercen los recursos públicos
y los actos de autoridad.

“Si alguien sabe que sus viáticos se van a publicar, esa persona ya no se va a ir a hospedar a los grandes hoteles a Europa, a pagarlos con el erario o van a viajar en las mejores líneas, en los mejores asientos, porque eso es público”, subrayó.

En el evento convocado por el Sistema Estatal Anticorrupción, el Comisionado del INAI subrayó que la corrupción genera efectos importantes en la economía global; en ese sentido, detalló que el impacto de este delito alcanza el cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel internacional.

En México este delito supera la contribución que hacen algunos sectores al PIB, fenómeno que repercute en la calidad de vida de los habitantes del país, indicó Guerra Ford, en el marco del Día Internacional Contra la Corrupción.

“Es importantísimo, porque a veces se nos olvida, la corrupción tiene un efecto económico bastante alto. Las mediciones que hace el Banco de México hablan del nueve por ciento del PIB. El sector agrícola del país no produce esa cantidad de recursos”, enfatizó.

Añadió que en un país que tiene recursos públicos escasos los efectos de la corrupción se acentúan, pues éstos no se utilizan de forma eficiente y efectiva para mejorar los niveles de vida y de desarrollo del país en diversas materias como educación, alimentación y salud.

“Un mexicano destina para facilitar trámites y servicios el 14 por ciento de sus ingresos, pagamos más de corrupción que lo que pagamos de IVA en este país”, concluyó el Comisionado.