Por: Redacción
Hace años, se pensaba que las neuronas del cerebro con las que nacíamos permanecían con nosotros toda la vida; hoy se sabe que no se regeneran, pero sí lo hacen las funciones que realizan, en un complejo mecanismo que sucede en los mamíferos y se llama neurogénesis.
En el Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM ya se ensaya, a nivel experimental, el cultivo y trasplante neuronal de “células de repuesto”, que pueden tratar algunas enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica.
En rueda de medios, Iván Velasco Velázquez, investigador del IFC, explicó que en su laboratorio trabajan con las llamadas “células reprogramadas”, que parten de células troncales (o células madre) pluripotenciales inducidas.
En un proceso que parece de ciencia ficción, pero que ya ocurre en varios laboratorios científicos del mundo, se utilizan células adultas de piel para volverlas a su condición temprana, antes de ser diferenciadas, y se “reprograman” para convertirlas en las células de interés, en este caso neuronas dopaminérgicas (para el Parkinson) y neuronas motoras (para la esclerosis lateral amiotrófica).
Este método ayuda con dichas enfermedades porque están muy localizadas en algunas partes del cerebro, y no diseminadas como sucede con el Alzheimer, que es más difícil de atacar, explicó.
Para ahondar en éstos y otros estudios relacionados con el cerebro, la UNAM creó la licenciatura en Neurociencias, una novedosa carrera multidisciplinaria sin antecedentes en México, ni en América Latina.
Tendrá su sede en la Facultad de Medicina, contará con el apoyo de los institutos de Fisiología Celular y Neurobiología, y la asesoría de las Facultades de Ciencias (FC) y de Psicología (FP).
“La idea de esta carrera es la multidisciplina, porque hay muchas formas de abordar los estudios del cerebro”, indicó Velasco. Está diseñada para que sus egresados puedan continuar sus estudios de posgrado y dedicarse a la investigación.
Distintos, los cerebros de hombres y mujeres
En la misma rueda de medios, Olga Rojas Ramos, de la FP, se refirió a las diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres.
El de los varones tiene mayor volumen, pero no por ser de menor tamaño el de las mujeres, ellas son menos inteligentes o capaces. “Las diferencias parten del dimorfismo sexual, que se extendió a lo cognitivo”, expuso.
En ambos casos, la participación de las hormonas en el funcionamiento cerebral es relevante, y este órgano consume aproximadamente el 20 por ciento de la energía del organismo. “Es un órgano muy ‘costoso’, pero que nos trae grandes beneficios”, resaltó.
En esencia, ambos géneros tienen el mismo número de neuronas, pero las carreteras de la información son diferentes. Los pliegues corticales son más marcados en ellos, y las mujeres parecen tener una mayor conexión en lo global, entre ambos hemisferios.
Ellas son más avanzadas en el lenguaje y en las emociones, pero requieren más sueño, mientras que los varones tienen más desarrollado el sistema de toma de decisiones y el sistema espacio-temporal, concluyó.
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