Por: Redacción/
En materia de deuda pública, el Gobierno de la Ciudad de México ha mantenido políticas que procuran su estabilidad al considerar los recursos de crédito como un complemento de los ingresos de la capital del país, los cuales se canalizan exclusivamente al gasto de inversión, informó la Secretaría de Finanzas (SEFIN).
El crecimiento de la deuda, agregó, ha mantenido congruencia con el incremento en los ingresos, de forma que no ha puesto en riesgo su capacidad de pago en el corto, mediano, ni largo plazo al mejorar el capital físico, la calidad de vida de la ciudadanía, potenciando su Producto Interno Bruto (PIB) y la recaudación local.
La dependencia capitalina refiere que un indicador importante sobre la sostenibilidad de la deuda pública es, precisamente, el saldo y el PIB estatal. Así, al cierre del primer trimestre de 2018, este indicador se ubicó en 2.1 por ciento, por debajo del promedio nacional de 2.4 por ciento.
Por lo anterior, el nivel de deuda respecto al tamaño de la economía de la Ciudad de México es uno de los más dinámicos del país y la que más contribuye al crecimiento del Producto Interno Bruto nacional, logrando que su financiamiento sea manejable y sostenible.
Las agencias calificadoras Fitch y Moody’s ratificaron en 2017 las más altas calificaciones para la deuda pública de la Ciudad de México, AAA y Aaa.mx, lo que muestra la confianza de los inversionistas sobre el perfil financiero con el que cuenta la ciudad.
El Gobierno de la Ciudad de México ha implementado políticas de gasto e inversiones bajo un criterio de responsabilidad, buscando siempre el equilibrio presupuestario, de modo que su política de ingresos sea congruente con el crecimiento potencial de los ingresos y la capacidad de financiamiento.
En los resultados del Sistema de Alertas que publica trimestralmente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se ha obtenido una calificación de endeudamiento sostenible presentada mediante un semáforo en verde, reflejo de la calidad en el manejo del endeudamiento público de la capital del país.
De esta manera, la deuda pública de la Ciudad de México ha presentado un comportamiento favorable, ya que en la actual administración se ha incrementado en promedio, en términos reales, 0.7 por ciento; monto menor al que se registró en los periodos anteriores.
Esta situación permite que el manejo no comprometa las finanzas públicas y proporcione recursos para llevar a cabo proyectos de inversión que fortalecen la infraestructura pública, incidiendo de manera positiva en el desarrollo económico y financiero.
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