Por: MUGS / Redacción
Cuando un par de hermanos se hallan solos en su hogar, la llegada de la madre podría ser lo más reconfortante. Pero es precisamente lo contrario el punto de arranque de Dulces sueños, mamá (2014), película en la que la llegada de la madre llena de angustia a los gemelos Elias y Lukas. La razón: su actitud fría y distante después de someterse a una cirugía estética, lo que indica que probablemente no se trata de su verdadera progenitora.
Un argumento que inquieta al espectador caracteriza este filme austriaco, escrito y dirigido por Veronika Franz y Severin Fiala, que después de su paso por el ciclo Talento Emergente llega a la cartelera de la Cineteca Nacional para exhibirse en la Sala 2, Fernando de Fuentes.
Dulces sueños, mamá se inscribe en el género del terror. Juegos perversos, violencia perturbadora y una tensión constante son los ingredientes principales de esta historia, en la que una madre soltera (Susanne Wuest), presentadora de programas de la televisión local, se transforma en un punto enigmático para su propia familia.
En entrevista con Cineuropa, Severin Fiala indica que la idea del guión nació de los docushows transmitidos en televisión alemana, en los que mujeres son separadas de sus familias por tres meses con el fin de cambiarles el look radicalmente, incluyendo cirugía plástica, porque son consideradas poco atractivas. Al encararse con sus familiares, “Se supone que debe ser un gran momento estilo alfombra roja de televisión, un momento muy feliz. Sin embargo, si te fijas bien en los niños, si es que hay, siempre puedes notar cierta incomodidad o congoja en sus caras”, expresa la directora.
Se trata de la primera película de ficción dirigida por Veronika Franz, quien anteriormente colaboró con el cineasta austriaco Ulrich Seidl como coguionista y asistente de dirección en Hundstage (2001) y Paradise Love (2012). En esta ocasión, Seidl es el productor de Dulces sueños, mamá.
Por su parte, Severin Fiala había realizado dos cortometrajes y un largometraje documental en el que trabajó por primera ocasión con Veronika Franz. El resultado fue Kern (2012), sobre el controvertido director de cine y actor Peter Kern.
Dulces sueños, mamá fue reconocida con el Cuervo de Plata en el más reciente Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas. Asimismo, la cinta recibió el galardón a Mejor Fotografía a cargo de Martin Gschlacht en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires.
No sólo la fotografía y la dirección han sido elementos que se han destacado tanto en los medios de comunicación como en los festivales. También su aporte al género de terror actual. Al respecto, en El antepenúltimo mohicano Andrea Nuñez-Torrón comenta: “Estamos ante una respuesta europea aguda y valiente para revitalizar con sangre fresca el panorama de un género de terror empachado en los últimos años de propuestas comerciales, manidas y reiterativas.”
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