Por: Redacción/
El Senado de la República confirió la Medalla de Honor Belisario Domínguez 2017 a Julia Carabias Lillo, como un justo reconocimiento por su valiosa contribución al cuidado del medio ambiente, sus aportaciones científicas relacionadas con los recursos naturales, la restauración ambiental y la conservación de ecosistemas.
A nombre de la Cámara de Senadores, el presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero Arroyo, entregó a la galardonada la presea y el diploma que la acredita como integrante de la Orden Mexicana de la Medalla Belisario Domínguez.
En la Sesión Solemne, que se llevó a cabo en el Salón de Sesiones de la Casona de Xicoténcatl, asistió como testigo de honor el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, acompañado del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales y el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín.
El senador Zoé Robledo Aburto expresó que, con este reconocimiento, Julia Carabias “empata su nombre al de los hombres y las mujeres dignos de estar junto con Belisario Domínguez; está ahí por haber sido fiel a sus ideas y patriota para defenderlas”.
Consideró que tan patriota es quien defiende a las instituciones, como el que defiende las selvas, pues “tan importante es para México la pluralidad, que la biodiversidad, la libertad de expresión, que la liberación de tortugas”.
El legislador del PT asentó que la doctora es el gran referente mexicano de la sustentabilidad ambiental del desarrollo, pues convirtió este concepto en materia de estudio, pero también en causa.
Robledo Aburto destacó que Carabias Lillo es la quinta persona de origen chiapaneco en recibir este galardón, después de Salomón González Blanco, Andrés Serra Rojas, Jaime Sabines y Eraclio Zepeda.
El senador hizo un llamado para evolucionar hacia un nuevo régimen político, plural, ciudadano, transparente y, sobre todo, humano. Belisario Domínguez, acotó, también fue un héroe porque buscó la evolución del régimen y por eso sacrificó su vida.
Luego de recibir la presea, Julia Carabias Lillo, aseguró que los asuntos ambientales deben contar con una política de Estado y “tenemos la oportunidad de reforzar estos temas en la Ley General de Biodiversidad, que se encuentra pendiente de dictamen en este Senado”.
Resaltó la importancia de revertir los daños ambientales, ya que, a pesar de la evolución de las políticas públicas y avances en la agenda nacional e internacional, “no estamos ganando la batalla y el deterioro ambiental avanza más rápido que su freno y reversión”.
Refirió que los daños a la pesca, ganadería y agricultura han provocado pérdidas de más del 90 por ciento de las selvas tropicales húmedas, 16 por ciento de los acuíferos –de los que depende la agricultura de riego y el funcionamiento de las grandes ciudades–, además están sobre explotadas 83 por ciento de las pesquerías y 50 por ciento de los suelos tienen algún grado de erosión.
Se agrava, porque en las siguientes dos décadas será necesario incrementar la producción de alimentos para satisfacer una demanda de más de 140 millones de personas, “pero no será viable hacerlo con el enfoque de más de lo mismo”, agregó.
Carabias Lillo resaltó la urgencia de que la producción de alimentos incorpore criterios ambientales y una política de seguridad alimentaria sustentable que disminuya los impactos y respete los ecosistemas ambientales, para ello se requiere impulsar la investigación.
Reiteró que “la actual ruta del desarrollo sustentable nos está llevando a un callejón sin salida y nos confronta con dos problemas éticos, estamos limitando las opciones de las generaciones futuras y estamos alterando las condiciones de vida del resto de los seres vivos y quizás el curso dela evolución”.
No obstante, aseguró que para lograrlo se requieren cambios “muy sustantivos, sí hay, definitivamente, alternativas a la crisis ambiental que vivimos”, para lo cual será necesario poner la ciencia al alcance de quienes toman decisiones y asumir los costos políticos.
Durante su discurso, se refirió a la Ley de Seguridad Interior y consideró importante abrir un debate profundo e incluyente, que permita encontrar una salida que reconozca la labor realizada por las Fuerzas Armadas, intente reconstruir la seguridad y revertir el espiral de la violencia.
Además, ésta debe impulsar alternativas en la procuración civil de justicia para fortalecer la democracia, la seguridad pública, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, todo ello en consonancia con la Constitución.
Apuntó que, si bien falta mucho por andar, las experiencias exitosas, resultado del trabajo y convicción de organizaciones y ciudadanos, que actúan en todo el país y muchos de ellos jóvenes, son una muestra de que se pueden hacer las cosas de manera distinta en beneficio de un futuro promisorio.
Previamente, el senador Juan Gerardo Flores Ramírez, secretario de la Mesa Directiva, dio lectura a la histórica proclama del senador Belisario Domínguez:
“La verdad es ésta, durante el Gobierno de Don Victoriano Huerta, no solamente no se ha hecho nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República, es infinitamente peor que antes; la Revolución se ha extendido en casi todos los estados, muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehusarse a reconocer su gobierno, por ilegal, nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; Nuestro crédito en agonía, la prensa entera de la República amordazada, o cobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados, muchos pueblos arrasados y por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada Patria”.
“La Patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aún con el peligro y aún con la seguridad de perder la existencia. Si en vuestra ansiedad de volver a ver reinar la paz en la República os habéis equivocado, habéis creído en las palabras falaces de un hombre que os ofreció pacificar a la Nación en dos meses y le habéis nombrando Presidente de la República, hoy que véis claramente que este hombre es un impostor inepto y malvado, que lleva a la Patria con toda velocidad hacia la ruina ¿dejaréis por temor a la muerte que continúe en el poder?”.
Al inicio del evento, el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, así como los presidentes del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, y de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, develaron la placa del Salón de Protocolo, ubicado en la Casona de Xicoténcatl, que llevará el nombre del senador Belisario Domínguez Palencia.
En el marco de la ceremonia de entrega de la medalla Belisario Domínguez, el Presidente Enrique Peña Nieto conoció la exposición “Niños de Morelos. Visión pictórica sobre los sismos”, con obras elaboradas por menores de Jojutla y Tetela del Volcán durante las Clínicas Reparadoras de Arte, que impartió la Fundación del Papa Francisco Scholas Occurrentes y que en México representa el empresario Héctor Sulaimán Saldívar. Con dichas clínicas se prestó apoyo emocional a menores que perdieron sus casas o escuelas.
A la ceremonia también asistieron, el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong; el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Mancera Espinosa; el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello; el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue; y el Director General del Instituto Politécnico Nacional, Mario Alberto Rodríguez Casas.
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