Por: Redacción
Detallar las homologías y analogías entre los huesos de un murciélago y un ave fueron algunas de las preguntas que Erick Isaac Navarro, estudiante de Biología de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), respondió para obtener el oro en la X Olimpiada Iberoamericana de Biología (OIAB), realizada en días pasados en Brasil.
A sus 18 años, descubrió que la ciencia no es aburrida. “Entender el proceso de cómo y por qué funcionan las cosas, en lugar de memorizar el conocimiento, que en algún momento se me olvidará, y tener disciplina, son el secreto del estudio”, subrayó.
Nueve meses de preparación con horarios específicos y asistir como oyente a algunas clases, permitieron al alumno del primer semestre de la licenciatura en Biología triunfar en este certamen internacional, frente a 44 competidores de 12 países (10 latinoamericanos y dos europeos).
Durante ocho horas y media, Erick Isaac resolvió con éxito la primera etapa, que consistió en un examen teórico de 160 preguntas sobre biología general. En la prueba práctica, realizada al tercer día, demostró en seis horas sus conocimientos sobre anatomía y fisiología animal-vegetal, además de biología celular.
“Me encanta la biología porque me permite apreciar los procesos que se necesitan para que la vida se lleve a cabo”, dijo, mientras sostenía la presea dorada.
“No participé pensando en ganar; lo hice porque amo esa disciplina y me interesaba conocer investigadores y estudiantes como yo. ‘Si no lo disfrutas no tiene sentido’, me decía en momentos de incertidumbre, así que constantemente recordaba por qué lo hacía y eso es lo que me llevó a ganar”, compartió.
Financiados por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) para asistir a la olimpiada, Erick y otros tres estudiantes mexicanos que obtuvieron plata y bronce fueron condecorados por la OIAB con un reconocimiento, una medalla y libros sobre biología.
Hace un año, Erick asistió al taller Ciencia para Jóvenes, en Guanajuato, en donde interactuó por primera vez con científicos, quienes relataron sus experiencias a los participantes; de ahí nació su inspiración por la investigación en el área del conocimiento que le apasiona.
Aunque manifestó su pasión por la fisiología vegetal y animal, aún no decide en qué área se especializará: “solo sé que quiero convertirme en investigador”.
Por el momento, planea regresar a practicar tiro con arco y a sus clases de alemán mientras espera la convocatoria para participar en el concurso sobre biología sintética.
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