Por: Redacción
El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda, manifestó que el Gobierno Federal no le hizo ningún favor al pueblo al no aumentar el precio de los combustibles el pasado 4 de febrero, porque ello se debió a la gran presión popular que surgió a partir del brutal incremento al inicio de 2017.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) llamó a la población a no bajar la guardia, sino a mantenerse en pie de lucha porque todavía persiste el riesgo de que haya más gasolinazos.
Manifestó que ahora que se festejaron los 100 años de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, se debe recuperar la esencia social de nuestra carta magna, y luchar por sus postulados originales que buscaban el bienestar para la mayoría de los mexicanos.
Por ello, agregó, es fundamental mantenerse movilizados para evitar que se siga socavando el espíritu constitucionalista de 1917 y detener los embates del neoliberalismo que con sus políticas –como los gasolinazos— sólo han generado mayor pobreza y marginación, así como la mayor concentración de la riqueza, sin descontar que se haya perdido la soberanía en materia energética, con la supuesta reforma estructural que se hizo en esta materia.
Recordó que a partir del día 18 de febrero, de mantenerse la actual política errática del Gobierno Federal, los gasolinazos serán prácticamente todos los días, pues al liberalizar los precios, es de esperarse que se pongan por las nubes y disparen la inflación de manera inmisericorde.
Expuso que las alzas de combustibles en el pasado mes de enero repercutieron en prácticamente todo el consumo popular, pues se tuvo una inflación como no se había registrado desde hace casi dos décadas.
Insistió en que las movilizaciones deben frenar la liberación total y diaria de los combustibles a partir del próximo 18 de febrero, de tal manera que la administración pública debe saber que no podrá contener la protesta ciudadana hasta que no dé marcha a esta política que atenta contra el bienestar de la mayoría de los mexicanos.
Mencionó que la suspensión del segundo gasolinazo del año, no alivia el gran daño que se le hizo a la gran mayoría de los consumidores, pues los precios promedio a nivel nacional de los combustibles están en 15.99 pesos por litro de gasolina Magna, 17.79 de Premium y 17.05 de diésel.
No obstante lo anterior, indicó que la venta de combustibles está dividida en 90 regiones en todo el país, por lo que hay mil 453 precios diferentes para el mismo producto, con precios más altos en las grandes zonas consumidoras. Tan sólo en la Ciudad de México, abundó, los precios se elevan a 16.31, 18.20 y 17.06, respectivamente
Argumentó que haber frenado el segundo gasolinazo no significó ningún beneficio para los mexicanos, por lo que se debe mantener la organización para hacer frente a la liberalización de los combustibles a partir del 18 de febrero, cuando podrían registrarse embates similares o peores al registrado en enero pasado cuando hubo un incremento del 20 por ciento.
“Que lo sepa el gobierno federal, no estamos dispuestos a permitir que se siga aplicando esta política derivada de una Reforma Energética fallida, porque no cumplió su principal objetivo, que era el de ofrecer combustibles baratos a los consumidores”, subrayó.
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