Por: Redacción/
Sólo 0.28 por ciento del territorio de México es público debido a la concesión gradual del suelo a la iniciativa privada por el Estado, lo que ha llevado al país a un grado de desigualdad que se refleja desde hace décadas en el paisaje, señaló el doctor Martín Checa-Artasu, profesor-investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante la presentación del libro El paisaje. Reflexiones y métodos de análisis en la Unidad Cuajimalpa, los doctores Checa-Artasu y Martín Pere Sunyer explicaron la urgencia de colocar en las agendas pública y legislativa el tema, pues de ello dependerá en gran medida la supervivencia de los ecosistemas y el rescate de las regiones.
Los profesores del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la UAM y coautores de la obra coincidieron en que es a través del paisaje que se llega al territorio y a la sociedad, ya que depende de la mirada humana entender los cambios en los espacios y su relación con la gente para resguardarlo.
Entender esto desde una visión decimonónica y romántica significó hasta los años 80 del siglo pasado algo naturalmente bello o artístico, pero la transformación de esa interpretación fue producto de la crisis medioambiental, haciendo de su estudio un instrumento de reordenamiento territorial que lo convierte en concepto fundamental para gestionar el espacio, señaló el doctor Checa-Artasu.
No existe una sola definición oficial al respecto y es por mucho un tema negado y apartado tanto de las políticas públicas como de la arena jurídica nacional, lo que pone a México un paso atrás respecto de América Latina, ya que, por ejemplo, Argentina, Colombia y Chile han avanzado en discusiones que no se restringen a la academia, sino que han sido llevadas al ámbito legislativo.
El doctor Pere Sunyer señaló que la publicación aborda algunos métodos para analizar el paisaje y reúne a especialistas de ésta y otras universidades para verter las reflexiones sobre el problema central de la crisis ambiental y la insensibilidad de los ciudadanos respecto ese asunto.
Iztaciíhuatl, la blanca mujer, que desde el nombre lleva la carga de paisaje, es un claro ejemplo de la poca importancia dada al asunto, pues pocas personas saben que en los últimos 20 años han desaparecido 20 metros de altura del hielo que estaba en su cima, hecho que no parece preocupar a la clase política del país que lleva años haciendo caso omiso a los efectos del cambio climático.
En Xochimilco hace 50 años se observaban canales y manantiales de agua limpia que servían para uso y disfrute de los pobladores aledaños, pero actualmente el panorama refleja la pérdida de patrimonio chinampero al mostrar sus canales convertidos en depósitos de agua residual, de ahí que ejercer la defensa por el paisaje “es un derecho de todos a ver y percibir ese vínculo inexcusable como única forma de mantenernos vivos”.
El doctor Rafael Calderón Contreras, coordinador del Laboratorio de Análisis Socioterritorial de la Unidad Cuajimalpa y moderador de la mesa, dijo que la publicación busca revalorizar el paisaje y hacer de él un elemento analítico para entender los cambios en el territorio, desde una perspectiva de sensibilización, mientras enfatiza en la importancia de crear un marco legal que integre al tema.
La relación del ser humano con la naturaleza advierte algo inevitable que se refleja en aquél, haciendo que no se mantenga estático sino que evoluciona con el tiempo; “mirar cada día por la ventana y observar el entorno ayudará a entender la importancia de colocar el paisaje como tema fundamental de supervivencia y reordenamiento espacial”, concluyeron los especialistas.
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