Figuras catamorfas emanadas de una imagen ligada a una relación interfigural de profundas gradaciones de color dieron lugar a una representación distinta por completo a la original y configuraron el sello distintivo de la exposición Seres que rondan consonancias.
Basándose en cuentos latinoamericanos, alumnos del primer trimestre de las licenciaturas en Diseño de la Comunicación Gráfica, en Diseño Industrial y en Arquitectura de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) crearon un Bestiario ilustrado a partir de una interpretación gráfica propia, en homenaje a escritores de minificción.
La muestra ocupó el mezzanine de la biblioteca de esa sede académica hasta el 24 de enero con una selección de once composiciones, de entre más de 700 en las que los jóvenes desplegaron su potencial imaginativo a partir de la experimentación con materiales y medios diversos.
Con una temática centrada en especies animales y un universo donde los personajes se movían de un modo metafórico, siete retratos ilustraron Jaguar, del venezolano Luis Britto García, que entre plano y plano presenta a un hombre transfigurado en el rostro de ese felino.
Un conjunto de hojas en espiral forma un cuerpo humano cubierto por una lluvia de plumas de la que progresivamente surge un cuervo que vigila dos mazorcas grandes, a manera de guardián de la cosecha, una figura inspirada en un cuento de Juan José Arreola.
La maestra María Itzel Sáinz González, profesora-investigadora del Departamento de Investigación y Conocimiento para el Diseño de esa Unidad, detalló que los alumnos trabajaron esos personajes en bocetos, animaciones o esculturas en esponja hasta llevarlos a la bidimensionalidad mediante programas de cómputo.
El reto fue estudiar a cada protagonista y lograr entenderlo desde todos los ángulos posibles para representarlo de manera sintética, con la intención de eliminar elementos adicionales y rescatar la esencia a partir de herramientas de diseño: modulaciones, patrones de crecimiento y espacios intermodulares.
El proceso creativo inició con esquemas basados en imágenes ya existentes de revistas que ayudaron a producir composiciones propias al experimentar con configuraciones y texturas, así como conocer las escalas de color y la interacción con el entorno para adentrarse al mundo del diseño.
Los estudiantes experimentaron también con niveles de iconicidad, reproducción de formas y teselaciones –patrones de figuras que cubren una superficie sin dejar huecos vacíos ni permitir que una imagen se sobreponga a otra– por lo que luego de conseguir una buena construcción recurrieron a la técnica de projection mapping para proyectar sobre un volumen y observar la desfiguración de la imagen bidimensional en el plano tridimensional.
El conjunto de cuentos conforma Bestiario ilustrado, publicación de tipo acordeón cuyos autores se declararon convencidos de emplear estos instrumentos de diseño para integrarlos a ejercicios de alta complejidad como éste, que constituye su primer trabajo artístico.
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