Por: Redacción
El senador Marco Antonio Blásquez Salinas, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, presentó ante el Pleno del Senado una iniciativa que propone crear la Ley de Trabajo en el Exterior, ante el incremento en las deportaciones de mexicanos desde Estados Unidos.
Aunque, aclaró, si se realiza un análisis sobre las deportaciones que se han hecho al inicio del mandato de Donald Trump, éstas son inferiores a las que se han presentado en las administraciones de Bill Clinton, George Bush o Barack Obama.
“Cada vez que un trabajador mexicano es deportado de los Estados Unidos hay una pérdida en los depósitos de remesas que hacen para sus familias, y tenemos una persona más a la que se tiene que incluir en el área laboral del país, que, por cierto, está debilitada”, dijo.
Las remesas, destaca el dictamen, representan cerca del 2 por ciento del Producto Interno Bruto de México, equivalentes a más de 22 mil millones de dólares al año; monto que representa la segunda fuente de divisas para el país, solo después de los recursos derivados del petróleo.
La iniciativa otorgaría autorización al Instituto Nacional del Trabajo en el Exterior y a particulares para funcionar como agencias de colocación de migrantes en otros países; y el eje central de la estrategia parlamentaria radica principalmente en la vinculación del capital humano mexicano con los patrones en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
El dictamen detalla que Canadá, que es un país con un enorme territorio, escasa población para sus dimensiones y cuantioso capital de trabajo, requiere de capital humano para su desarrollo y multiplicación.
También se elevaría a rango de ley, la prohibición de hacer cobros a los trabajadores por la prestación del servicio de colocación, ya que los mismos y el transporte en avión de México a su destino, correría a cargo de los patrones.
De acuerdo a cifras de 2011, los 11.7 millones de mexicanos que residían en Estados Unidos representaban 29 por ciento de los inmigrantes, y 4 por ciento de la población total estadounidense.
La mayoría vivía en California, 37 por ciento, 4.3 millones, y en Texas, 21 por ciento, 2.5 millones, las dos mayores economías estatales; las principales ciudades con inmigrantes mexicanos son: Los Ángeles con 1.7 millones, Chicago con 684 mil y Dallas con 610 mil, cuyas economías crecieron por encima de la media nacional en ese año.
El dictamen señala que los mexicanos en Estados Unidos, incluidos los de segunda y tercera generación, contribuyen con 8 por ciento del PIB de Estados Unidos.
La iniciativa para crear la Ley de Trabajo en el Exterior, que cuenta con cuatro capítulos, 23 artículos y cuatro transitorios, fue turnada a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social y Estudios Legislativos Primera.
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