Por: Redacción/

Al triplicarse el territorio de Áreas Naturales Protegidas (ANP) en la presente administración, fue necesaria una mayor capacidad de vigilancia para hacer valer la legislación ambiental en estas zonas, motivo por el cual, en los últimos cinco años se ha fortalecido la estructura encargada de cuidar el patrimonio natural de México además de las alianzas estratégicas entre instituciones de seguridad.

Por ejemplo, la Armada de México apoya en la vigilancia del Parque Nacional Revillagigedo, la zona marina totalmente protegida más grande de América del Norte, y del polígono de protección de la vaquita marina. En tanto, con la Sedena se ha trabajado en la conservación del águila real mediante la creación del Centro Nacional de Control y Protección para esta especie.

Adicional al apoyo de las Fuerzas Armadas de México, la Policía Federal se sumó al cuidado del medio ambiente a través de la creación de la División Ambiental de la Gendarmería. Al día de hoy, 1,380 efectivos debidamente capacitados tiene presencia en 21 Áreas Naturales Protegidas para salvaguardar la integridad de estos ecosistemas y de quienes los visitan. En dos años de labor, se alcanzó la reducción en 94% de la tala clandestina en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca.

Por otro lado, en esta administración fue creada la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para regular y supervisar la seguridad industrial, seguridad operativa y protección al ambiente respecto de las actividades del sector hidrocarburos. En 44 meses publicó más de 40 regulaciones; gestionó 25,000 trámites y realizó 2,500 inspecciones, con imposición de más de 7,500 medidas, de las cuales están atendidas en más de 60%.

Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), mediante el Programa de Combate a la Tala Clandestina, impulsado en la actual administración, logró el aumento del 92% de metros cúbicos de madera asegurada al fortalecer inspecciones, operativos, clausuras de aserraderos y el involucramiento de la ciudadanía.

Por primera vez, la PROFEPA realizó la visita a la totalidad de las 1,134 instalaciones mineras registradas en el país. Se impusieron multas por un total de 118.35 millones de pesos por incumplimientos a la normatividad ambiental (2 veces más clausuras y 6 veces más multas que antes), con esto se logra una mejor supervisión de las actividades mineras en el país, propiciando conductas de cumplimiento de sus obligaciones ambientales. También por primera vez se realizaron inspecciones en materia de aguas residuales (1,468), centros de verificación vehicular (948) y redes de monitoreo de la calidad del aire (16).

Además, se incrementó significativamente la revisión fronteriza de mercancías reguladas ambientalmente por parte de la PROFEPA, al realizar más de 500 mil acciones en materia forestal y de residuos peligrosos. En la presente administración se observa un incremento del 80% en la revisión del movimiento transfronterizo de materiales y residuos peligrosos, así como un incremento del 22% en la revisión del movimiento transfronterizo de mercancías forestales, en comparación con la administración anterior.

Gracias a la participación de todos los sectores de la sociedad, esta administración logró ser la más ambientalista en la historia de nuestro país y seguimos avanzando para alcanzar el México sustentable que todos queremos.