Por: Redacción
Diputados integrantes de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, que preside Hortensia Aragón Castillo (PRD), se pronunciaron a favor de encontrar mecanismos que permitan simplificar la aplicación de la evaluación docente, así como para transparentar el proceso.
En reunión con el Consejo del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), para conocer el “Replanteamiento del Modelo de Evaluación del Desempeño Docente 2017”, celebraron que en este nuevo esquema se haya tomado en cuenta la opinión de los maestros para su diseño y ejecución.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, diputado Francisco Martínez Neri (PRD), se manifestó contra la alta frecuencia en las evaluaciones docentes, ya que, señaló, pueden existir otras opciones que sean aplicables.
“Es importante transitar a mecanismos que permitan que, una vez que se hagan las evaluaciones, haya otros mecanismos para la idoneidad del docente”, sostuvo.
El diputado Jorge Álvarez Maynez (MC) señaló que tener un servicio profesional docente “meritocrático” será posible gracias a las turbulencias que enfrentó el instituto por parte de grupos de interés.
Manuel Clouthier Carrillo, diputado independiente, consideró que los enemigos de la Reforma Educativa van a seguir, igual que la actitud de quienes no quieren presentar la evaluación docente, la cual debe tener el tema central de la transparencia.
Preguntó cómo transparentar el proceso de evaluación docente, y mencionó que entre de los errores está el caso de la educación de hijos de jornaleros migrantes, debido a que “quieren tratar igual a los desiguales, ya que no se ha diseñado un modelo para este grupo de alumnado”.
Del PAN, la diputada María Guadalupe Cecilia Romero Castillo cuestionó si la prueba que se aplicará a maestros de noviembre va a ser la misma de 2015, pero corregida y aumentada en algunos temas, o será sólo hasta el próximo año que incluyan los cambios de fondo presentados hoy.
Pidió saber si el instituto tiene un contacto real con el maestro, que no sea sólo mediante la evaluación. “Es hablar con él, oírlo, porque a veces se le conoce únicamente que es de tal sección y por eso se pierde el contacto humano de quien es el actor real”, apuntó.
Por Morena, la diputada Delfina Gómez Álvarez cuestionó dónde queda la planeación desde las normales, dado que el maestro sale con un perfil definido y completamente diferente para el que se preparó en la evaluación.
La diputada Aurora Cavazos Cavazos (PRI) aseguró que hubo mucha desinformación y falta de comunicación al momento de la aplicación de las pruebas, porque “el maestro no le tiene miedo a la evaluación”, y existe el espíritu de que haga su carrera con base en el mérito.
Enfatizó que en este tema “debemos estar en torno a el interés superior de la niñez”.
Sylvia Irene Schmelkes del Valle, consejera presidente del INEE, declaró que como resultado de los procesos de validación técnica, supervisión y las evaluaciones, así como de las expresiones magisteriales, replantearon la evaluación de desempeño docente dentro del marco de la legislación vigente de manera que ésta tenga lugar en la escuela y esté vinculada a su contexto.
Además, profundice la contextualización al estar referida a las características del entorno y del grupo de alumnos, sea más pertinente -buscando que sirva a la mejora de la práctica docente-, y enfatice la formación vinculada a la evaluación ofreciéndola antes, durante y después del proceso.
Para la evaluación del desempeño los docentes llevarán a cabo su informe de responsabilidades profesionales, un proyecto de enseñanza y el examen de conocimientos, tanto pedagógicos como curriculares o disciplinarios.
Se propone que cuenten con apoyos para participar en la Evaluación de Desempeño a través de un programa de fortalecimiento y actualización de conocimientos pedagógicos y disciplinarios o curriculares, formación continua y en línea, además de manuales para el desarrollo del proyecto de enseñanza (por nivel y modalidad educativa).
Reconoció que entre las debilidades del sistema aplicado con anterioridad estuvo la selección de docentes, su notificación y los tiempos, problemas para la entrega de claves de acceso, el funcionamiento de la plataforma tecnológica, las condiciones de aplicación de las evaluaciones, la extensa jornada, el funcionamiento de equipos de cómputo y el trato inadecuado por parte de los aplicadores.
La consejera del INEE, Teresa Bracho González expresó que es una evaluación “demasiado pesada”, por lo que hay muchas cosas que se pueden aligerar, pero aclaró que algunos procesos están marcados dentro de la propia ley.
Indicó que en todo momento han buscado evitar un conflicto con la Secretaría de Educación Pública, y la politización de las acciones del INEE.
Margarita Zorrilla Fierro, consejera del INEE, explicó que contextualizar el proceso no es hacer “evaluaciones a modo”, ya que los docentes deben enfrentar una diversidad enorme en muchos sentidos, y que “quienes no han estado en la trinchera magisterial no lo entenderían”.
Sin embargo, aclaró, hay aspectos para los que sí se necesitan instrumentos estandarizados, como en el caso de las matemáticas.
Del mismo instituto, el consejero Eduardo Backhoff Escudero declaró que debe transitarse a una cultura evaluadora con mucha eficiencia, de tal modo que se logre “evaluar lo mínimo para obtener la máxima información y usar los recursos de la mejor manera”.
Abundó que hay muchos mecanismos para racionalizarla, como el que se apliquen dentro de las mismas escuelas, además de elementos para no replicar las mismas cada año.
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