Por. Redacción/
El Plan de Respuesta Conjunta 2018 fue presentado en Ginebra por el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, el director general de la Organización Internacional para las Migraciones, William Swing, y la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Bangladesh, Mia Seppo.
Durante el encuentro, la ONU elogió la respuesta del Gobierno y el pueblo de Bangladesh ante la llegada de unos 671.000 refugiados rohinyá procedentes de Myanmar, desde el pasado 25 de agosto de 2017.
Más de la mitad del llamamiento, un 54 %, se destinará a garantizar la alimentación, el agua y el saneamiento, la vivienda y otras ayudas básicas. Las necesidades alimentarias representan por sí solas un 25 % del total.
A diario se necesitan más de dieciséis millones de litros de agua potable, unas 12.200 toneladas métricas de alimentos al mes, 180.000 familias de refugiados necesitan combustible para cocinar, se necesita construir y mantener unas 50.000 letrinas y, por lo menos, treinta instalaciones de gestión de aguas residuales.
“Hablamos de necesidades verdaderamente críticas, tanto por parte de las comunidades de Bangladesh que tan generosamente han abierto sus puertas, como de una población apátrida y refugiada que incluso antes de esta crisis estaba entre las más marginadas y en riesgo del mundo”, dijo el Alto Comisionado para los Refugiados Filippo Grandi.
Entre otras necesidades el plan también incluye la construcción de cuarenta y tres centros de atención primaria, unas cinco milaulas adicionales para 614.000 niños y jóvenes, unos cien centros de tratamiento nutricional y una serie de programas de protección para las 144.000 madres solteras y sus familias.
La coordinadora residente en Bangladesh, Mia Seppo, destacó la generosidad de la comunidad internacional a los llamados de ayuda realizados hasta el momento, pero destacó que el mayor donante de esta crisis es Bangladesh.
“Desde el punto de vista de ser los primeros en responder, de proporcionar tierra, de mantener sus fronteras abiertas, de proporcionar asilo, de construir carreteras, de ampliar las redes eléctricas, de proporcionar alimentos, de destinar funcionarios públicos, de proporcionar policía y ejército para mantener el orden en el campamento. El mayor donante a esta crisis sigue siendo el pueblo y el gobierno de Bangladesh”.
Hasta hoy, la respuesta a situaciones de emergencia para los refugiados rohinyá de Cox´s Bazar ha recibido el 74 % de la financiación necesaria (321 millones de dólares de los 434 millones de dólares necesarios) entre septiembre de 2017 y febrero de 2018.
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