- El Inapam presentará el “Protocolo-guía interinstitucional para garantizar una vida libre de violencia en contra de las personas mayores en México”.
Por: Redacción/
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), resaltó la necesidad de hacer visible esta problemática para impulsar las estrategias que permitan prevenirla, atenderla y erradicarla, afirmó el encargado de Despacho de la Dirección General de ese órgano desconcentrado de la Secretaría de Bienestar, Jorge Alberto Valencia Sandoval.
El Inapam presentará el “Protocolo-guía interinstitucional para garantizar una vida libre de violencia en contra de las personas mayores en México”.
Su objetivo es realizar el trabajo coordinado entre las diferentes instancias involucradas, mediante una mayor comunicación, coincidencia en diagnósticos y propuestas de actuación; en las que, cada una de las áreas u organismos, lleven a cabo las atribuciones que normativamente les corresponde, para dar la atención y solución de las distintas problemáticas que enfrentan quienes tienen más de 60 años de edad.
La difusión de este Protocolo-guía iniciará a finales del presente mes, a través de talleres dirigidos a personas servidoras públicas de nivel federal, estatal y municipal, informó Valencia Sandoval, quien precisó que participarán las entidades especializadas en atención a personas adultas mayores como institutos del sector locales, así como los DIF federal, estatales y municipales.
Puntualizó que en México hay más de 15 millones de personas adultas mayores de 60 años, casi 12% de la población mexicana, con una esperanza de vida en promedio de 75 años, en su mayoría funcionales, independientes y autónomas.
De ahí, dijo, la importancia de evitar la estigmatización y discriminación cuya consecuencia es el maltrato, el cual es reconocido como un problema social y de salud pública que afecta a un número considerable de la población de este grupo de edad.
“Por ello, el Inapam, como órgano rector de la política pública nacional en favor de las personas adultas mayores, exhorta a la sociedad en su conjunto a valorar a quienes integran a este sector en su justa dimensión dentro de la familia, la comunidad y la sociedad. Esto es, como personas que siguen activas, productivas y lo más importante, que continúan aportando a la sociedad recursos y su experiencia, porque son los que han vivido más”.
Valencia Sandoval expuso que hoy como nunca se debe destacar la ganancia de años de vida, porque es un triunfo de la humanidad, y este es el siglo del envejecimiento.
“Es el momento de considerar que las personas mayores son un gran potencial, debido a que esta mayor longevidad les brindará la oportunidad de seguir activas e involucradas con la realidad social. La vejez no es sinónimo de enfermedad o dependencia, gran parte de este grupo se mantiene productivo y activo: social, económica, política y culturalmente”, afirmó.
El Inapam señala que es fundamental comprender que la condición de vulnerabilidad que viven algunas personas mayores no es causada por la edad, sino por factores estructurales que las afectan y se presentan a lo largo de su curso de vida.
Estos determinantes generan desigualdades sociales que se pueden exacerbar en la vejez y se interrelacionan con otros factores como son la condición género, el origen étnico y racial, el componente socioeconómico y sociodemográfico, así como la condición de salud (si padece alguna enfermedad, si presenta algún tipo de discapacidad física, cognitiva y/o trastornos psicosociales).
Es erróneo pensar que todas las personas mayores son vulnerables y que esta es una condición inherente a la vejez, por el contrario, la vulnerabilidad se origina por factores que pueden ocasionar entornos donde se produzca discriminación, exclusión, estigmas y prejuicios que generen acciones y/o actitudes de abuso y maltrato hacia las personas mayores, a nivel familiar, comunitario, social e institucional (en el ámbito gubernamental o en instituciones de asistencia y cuidados).
Al recordar el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el Inapam destaca algunas recomendaciones para generar entornos libres de ese fenómeno:
• Promover una cultura del envejecimiento activo y saludable que erradique la representación negativa que genera prejuicios y estereotipos sobre la vejez.
• Fomentar la inclusión social de las personas mayores dentro de sus comunidades, formando y fortaleciendo redes sociales de apoyo, alentando su opinión y participación en la toma de decisiones.
• Conformar equipos multidisciplinarios e interdisciplinarios capacitados y sensibilizados sobre el tema, que puedan identificar casos de maltrato. La atención inicial en servicios de salud se ubica como un eje fundamental para la prevención, atención y canalización de estos casos.
• Generar campañas a nivel nacional de sensibilización y concientización sobre el abuso y maltrato en personas mayores, con perspectiva de derechos y género, que promuevan la participación intergeneracional y de todos los niveles de la sociedad.
• Hacer más eficientes los servicios que brindan atención jurídica a casos de violencia en personas mayores, a través de la capacitación y sensibilización del personal de estas áreas, con un enfoque transversal e interinstitucional.
• Brindar cursos de capacitación a personas cuidadoras que coadyuven a la mejora en las estrategias de cuidado familiar y favorezcan la reducción de estrés y agotamiento.
• Que las personas mayores conozcan y ejerzan sus derechos, que se asuman como agentes de su propio cambio, con la capacidad de ejercer su independencia y autonomía. Deberán luchar para que se tomen en cuenta sus voces en la realización de políticas públicas y programas sociales que garanticen sus derechos y atiendan sus necesidades.
• A nivel gubernamental, se debe continuar erradicando las desigualdades económicas y sociales existentes.
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