Por: Redacción

México encabeza la lista de países de la OCDE con mayor índice de embarazos, con 64 por cada mil adolescentes, situación que motivó a la diputada Guadalupe González Suástegui (PAN), promover un punto de acuerdo para que las secretarías de Salud y de Educación Pública, y el Consejo Nacional de Población, fortalezcan y difundan estrategias y acciones para prevenir y erradicar embarazos en niñas y adolescentes.

El exhorto enviado a la Segunda Comisión de la Permanente, también solicita al Ejecutivo federal que a través de dependencias o instancias competentes, instrumente acciones y estrategias que contribuyan a detectar y erradicar el abuso y coacción sexual en contra de las niñas y adolescentes, e impulsar una cultura de no discriminación y de acceso a los servicios médicos para su atención.

La legisladora resaltó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), considera que México continúa al frente de los países con mayor embarazo en jóvenes. En tanto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos ubica en los primeros lugares de embarazos adolescentes de 15 a 19 años de edad, arriba de Chile, Costa Rica, Uruguay y Perú.

La secretaria de la Comisión de Igualdad de Género destacó que de acuerdo con declaraciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri Morales, el embarazo en adolescentes representa un “serio problema” para México, ya que según el Subsistema de Información sobre Nacimientos, de la Secretaría de Salud, en 2014 hubo 374 mil 75 nacimientos provenientes de mujeres entre los 10 y 19 años.

Lo anterior, significa que diariamente mil niñas comprendidas en ese rango de edad se convirtieron en mamás, y 23.5 por ciento de adolescentes mantiene relaciones sexuales sin tener conciencia de sus implicaciones y consecuencias.

La diputada por Guerrero señaló que, a pesar de que hubo en un periodo de cinco años un aumento en el uso de métodos anticonceptivos entre adolescentes de 15 a 19 años, de 38.2 por ciento a 54.5 por ciento, las cifras de adolescentes embarazadas no se estabilizaron, por el contrario aumentaron.

Acorde al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las causas principales de embarazos a temprana edad se deben a una baja autoestima, carencia afectiva, inmadurez, falta de información y acceso a servicios y métodos anticonceptivos, presión social, familias disfuncionales, pobreza, violación, consumo de alcohol y drogas.

Dichas causas requieren de atención especializada e integral y, en definitiva, la intervención del Estado, para que esta situación no se convierta en un problema más complejo.

En tanto, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) precisó que más del 90 por ciento de las madres de 12 a 19 años deja de asistir a clases, mientras que en el campo laboral, la posibilidad de percibir ingresos estables o acceder a empleos especializados de calidad, es menor.

En congruencia, agregó González Suástegui, para lograr la participación equilibrada e inclusión social de las niñas, niños y adolescentes, se requiere impulsar una cultura hacia la prevención de embarazos.