- No todas las mujeres están conscientes que están sufriendo violencia, por ello debemos hablar de los mitos del amor y relaciones sanas.
Por: Jessica Ramírez/
Si hacemos memoria, es probable que hayamos conocido alguna mujer que sea o fue víctima de violencia, llámese cliente, vecina, amiga, novia, prima, tía, hermana, madre o nosotras. ¿Y qué hemos hecho para apoyarlas?
El primer paso para ofrecer ayuda es tener evidencia de que está siendo violentada, por ello debemos observar si tiene heridas, fracturas, moretones, ojos morados, marcas de golpes en sus muñecas, cuello o brazos. Si muestra baja autoestima, depresión, tiene miedo, hay cambios en su alimentación o sueño, consume drogas, habla de suicidarse, ha perdido el interés en actividades que antes le gustaba realizar. Suele alejarse de las personas, amigos o familia, cancela las reuniones a último minuto o es excesivamente reservada con su vida privada.
No todas las mujeres están conscientes que están sufriendo violencia, por ello debemos hablar de los mitos del amor y relaciones sanas.
En caso de que reconozca que sufre violencia, lo primordial es generar un vínculo de confianza para que se sienta segura y respaldada.
Es posible que vivan un ciclo de violencia que complique la decisión de actuar legalmente y si es forzada, quizás la víctima se involucre más con la pareja y que ésta quede como víctima. Además, esto no garantiza que deje la relación. Los motivos por los cuales se quedan, es porque tienen miedo, aman a su pareja, a pesar de la violencia, creen que van a cambiar, piensan que el abuso es causado por ellas, su autoestima es baja, dependen económicamente de sus parejas o porque piensan que la violencia es normal.
Como amigos y familiares que no estamos involucrados con la violencia, quizás lleguemos a retirar la ayuda, por sentimientos de fraude, frustración, enojo y preocupación, pero debemos comprender que el tiempo de actuar nos los dirá la mujer víctima, de acuerdo con su aceptación y comprensión de su realidad, por lo cual pueden pasar años.
También hay que saber que la violencia más utilizada es la psicológica, pero suele ser difícil de identificar, porque no deja una huella visible.
Es probable que como persona que brinda socorro, la culpa y la vergüenza invadan por no haberlo identificado antes, pero lo que hay que hacer es reconocer el tipo de abuso que se está ejerciendo, platicarlo y actuar.
Para abordar la plática, se puede comenzar diciendo ¨estoy preocupado por ti, porque…¨, ¨me preocupa tu seguridad¨, ¨he notado algunos cambios en ti…¨ Es importante hacerle saber que seremos discretos con lo que nos compartan, porque es difícil hablar del tema para las víctimas. No forcemos la conversación, es mejor generar un ambiente seguro y confiable. Si la persona decide contar acerca de lo que vive, debemos escuchar, no juzgarlas ni interrumpir para dar consejos o soluciones, no es que no sirvan tus comentarios, sino que necesitan ser escuchadas en ese momento. Otros aspectos que debemos evitar son: no creerles, pensar que no es grave, pensar que ¨ya va a pasar¨ o no darle la importancia que necesita. Hacer sentir culpable a la persona por aceptar el maltrato, avergonzarse de la persona, reprochar por mantener la relación y condicionar la ayuda.
En casos de violencia lo más importante es recibir ayuda de profesionales, pero también tener presente un plan de actuación como crear y conocer códigos para identificar cuando nos soliciten apoyo, resguardar una bolsa de emergencia que tenga documentos importantes como actas de nacimiento, carné, tarjetas, ropa, etc. hacerle saber que tiene una red de apoyo con familia, amigos e instituciones y refugios para mujeres, que le brindarán la ayuda en caso de emergencia o cuando decida dejar su casa.
Es importante que como sociedad, amigos, familia e inclusive como conocidos brindemos asistencia ante la violencia, sin importar si estamos en tiempos de pandemia o no. Ayudemos a que las cifras de violencia ya no incrementen.
En próximas entregas hablaremos sobre amor y relaciones sanas. Recuerda que tu #SaludMental es importante para tu crecimiento personal.
Jessica Ramírez es licenciada en Psicología, brinda terapias psicológicas individuales a niños adolescentes y adultos, también imparte talleres para reconocer y controlar emociones e identificar la violencia en pareja. Si te interesa su apoyo psicológico puedes contactarla a través del correo: ramivpsic@gmail.com
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